El estampado de las mil vidas
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Moda

La historia de la camiseta de rayas marineras: cómo se ha convertido en el básico indiscutible de las francesas con más estilo (y de todas)

La camiseta de rayas marinera, de origen militar, ofreció su lado más sofisticado de la mano de Coco Chanel hace un siglo y hoy revalida su carácter polivalente.

Camiseta de rayas de Sezane
Sézane

Cuando Napoleón Bonaparte cabalgaba por Europa anexionando territorios a Francia, nadie imaginaba que las victorias militares que acumulaba darían lugar a una de las prendas más famosas de la historia de la moda. Sí, la camiseta de rayas marineras tiene su origen en la Armada del Segundo Imperio Francés, cuando se obligó a partir de una ley decretada en 1858 que el uniforme de los marineros presentara 21 rayas horizontales. Según cuenta la leyenda, cada una de las rayas simbolizaba las victorias del general Bonaparte.

Muchas décadas después, una diseñadora incipiente, llamada Gabrielle Chanel, revolucionó el armario femenino anteponiendo la comodidad frente a las siluetas encorsertadas previas a los años 20. Una de las prendas claves del estilo reivindicado por Chanel fue la camiseta de rayas marineras, un diseño que la propia modista lucía con pantalón, otra elección audaz si tenemos en cuenta que esta prenda no irrumpió en el armario de la mujer hasta más allá de la mitad del siglo XX.

El cine y las divas de la gran pantalla también contribuyeron a la popularidad de la camiseta marinera (también conocida como camiseta bretona). Audrey Hepburn, ajena a los códigos de estilo imperantes en el Hollywood de los años 50, abrazó la sencillez de lo atemporal con sus pantalones capri y sus bailarinas, un look que combinaba casi siempre con camisetas negras o de rayas. Brigitte Bardot y, al otro lado del charco, Jane Fonda, también definieron el estilo años sesenta de inspiración boho con la camiseta marinera. Incluso Pablo Picasso fue retratado en varias ocasiones con esta prenda meramente funcional ajena a los géneros.

Siguiendo el curso de la historia, el estampado llamó la atención de los movimientos contraculturales, siempre dispuestos a subvertir el simbolismo de los elementos clásicos y convencionales. Si el punk consiguió que el tejido de la realeza, el tartán, adquiriera connotaciones anti-establishment, el grunge de Kurt Cobain despertó el interés de los más jóvenes por el estampado marinero. Eso sí, despojado de su aura sofisticada y lucido en su versión más desenfada, con vaqueros y zapatillas Converse. La figura del marinero también fue transformada por Jean Paul Gaultier, que hizo de este símbolo todo un icono desde el comienzo de su carrera.

Uno de los elementos más representativos y característicos de sus colecciones han sido siempre las rayas marineras, presentes en todo tipo de creaciones, más allá de la camiseta: vestidos, faldas, chaquetas… y por supuesto, en las campañas de sus emblemáticos perfumes, publicitados con la figura del marinero, tatuado, hipermusculado y con gorrito ladeado.

La versatilidad de la prenda, reinterpretada hasta la saciedad a lo largo de la historia, ha permitido que el diseño adquiera esa ambigua categoría de básico. Su éxito es intergeneracional, otra prueba de su carácter polivalente. Nunca desaparece de las tiendas, pero si siempre está de moda, realmente no es tendencia. Las francesas, abanderadas del effortless más codiciado e imitado, saben que es una pieza clave, tanto como una camisa blanca o una buena americana.

Si hace un siglo fue Chanel la encargada de resucitar las rayas marineras, hoy en día los iconos del estilo parisino contemporáneos, de Caroline de Maigret a Jeanne Damas, son las responsables de definir los códigos de estilo para llevar bien una camiseta de rayas: con vaqueros, zapatos de tacón cómodo y una blazer clásica.

Pero lo mejor, es que no hay normas que seguir. De las royals (la infanta Sofía apostó por las rayas marineras en la última felicitación navideña de la Casa Real), a los nuevos personajes con vocación de iconos pop, como la Miércoles Addams de la reciente serie de Netflix, todas llevan rayas marineras. Lo bueno de este estampado de las mil vidas, es que ofrece posibilidades casi ilimitadas. Y no hace falta limitarse a la camiseta, en estos meses fríos, apuesta por el cardigan, el jersey de punto o incluso el vestido largo de estampado marinero, un diseño con el que acertar de lunes a domingo con el mínimo esfuerzo. Otra alternativa, es rendirse al gesto de tendencia preferido de las amantes del estilo casual y rematar tu look con un jersey de rayas colocado sobre los hombros, con las mangas anudadas de forma desenfadada alrededor del cuello. 

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