A veces la pereza nos gana la batalla y llevamos durante semanas el mismo colgante y los mismos pendientes. Si acaso nos acordamos, por la mañana nos colocamos algún anillo a juego… Pero ¿sabes por qué a muchas nos pasa esto? ¡Porque no tenemos un joyero o expositor en condiciones!
Tener todos nuestros accesorios a la vista y ordenados por gama de color es algo fundamental. Estamos dispuestas a luchar contra la arraigada tendencia del “si no lo veo no me lo pongo”. ¿Te sumas a nuestra lucha? Las joyas pequeñas, como las que lleva en la imagen superior la periodista Sara Carbonero, pueden completar nuestro look en un momento. ¡No las tenemos que perder la pista!
Ojo dónde guardas tus joyas pequeñas y cómo las cuidas
Procura que las cadenas duerman siempre extendidas o en pequeñas bolsitas de hilo para que no se enreden unas con otras. Si tienes pendientes, anillos o colgantes de plata bañados en oro nunca los dejes en contacto con otras joyas de plata. Esto hará que pierdan mucho antes su brillo y su color. Ocurre lo mismo con el oro rosa. Nuestros accesorios pueden sufrir este efecto contagio y olvidar su color original. Por eso que conviene que los cuidemos siempre todo lo que podamos.