Este año, las colecciones veraniegas vienen cargadas de sentimiento positivo y de una actitud cándida y dulce. Deja a un lado los colores intensos, reservados para el otoño, y decántate por la suavidad y la fluidez de los nuevos diseños.
Las blusas y vestidos fluidos serán un must en tu armario, combinables 100% con todo tipo de prendas y accesorios. Por otro lado, la tendencia boho viene recargada y con fuerza (ya en el festival de Coachella las celebs apostaron por todo tipo de inspiradoras prendas de ese tipo). Es un hecho: el estilo romántico ha vuelto para quedarse y te aportará esos aires desenfadados y –casi– rurales que tanto nos gustan en verano. ¿Un ejemplo magistral de esta tendencia? El cuello perkings, que inspira ese plus de sofisticación y elegancia a la victoriana.
Otra buena apuesta está en las prendas con volantes. Son un elemento femenino, favorecedor y con mucho movimiento. Puedes llevarlos en vestidos y en clave mini. ¡Triunfarás! También el color melocotón es uno de los hits frente al calor. Lúcelo en vestidos largos y vaporosos con sutiles pinceladas en color gris o en otros tonos de la gama de los pasteles.
Además, puedes contrastar todos estos tonos con accesorios metalizados, como sandalias, anillos y pendientes y algún que otro clutch (que no reste demasiado protagonismo a las piezas clave). Tampoco tengas miedo de alegrar el outfit con prints animales, como el de pitón o cualquier otro.
Por otro lado, el calzado acordonado, la bomber, las blusas lenceras y los cropped tops son grandes éxitos –de momento– inamovibles.
Toma nota de las prendas que nuestra estilista ha escogido, acorde a estas tendencias. ¡Es hora de abrir las puertas al optimismo con los tonos pastel!