Cuando los futuros estudiantes de moda traten de averiguar cómo se vestía en 2023, les resultará difícil definir un estilo concreto. Este año más que nunca la nostalgia se deja ver en el armario, pero sin limitarse a un periodo de tiempo concreto. Hace unos días, Dior presentaba su colección Alta Costura Primavera Verano 2023 en París. La propuesta estaba inspirada en la figura de la bailarina Josephine Baker y los diseños de estilo años 20 se dejaron ver por la pasarela. Al mismo tiempo, la estética ochentera se abre paso con fuerza, mientras que en las tiendas siguen triunfando los diseños de inspiración años noventa. Y en Zara abogan por un viaje en el tiempo a los primeros años del siglo XXI con la mezcla "dosmilera" menos convencional: el look de pantalón con falda.

Ojo, no nos referimos a la falda-pantalón, sino a llevar pantalón, por un lado, y falda, por otro. Una prenda sobre otra. De momento, podríamos definir la apuesta como una microtendencia con potencial de convertirse en éxito de estilo. Recordemos que hace dos décadas, cuando los primeros años 2000 empezaron a definirse también a través del vestuario, esta mezcla se convirtió en algo habitual en las calles. Y por supuesto, en la alfombra roja. Los iconos de aquellos años, de Ashley Tisdale a Lindsay Lohan o Jessica Alba se decantaron por la tendencia (versionada también cambiando la falda por un vestido).
¿Cómo se lleva en 2023?
La tendencia regresa actualizada, como suele ocurrir con las modas pasadas. Y en su vuelta dos décadas después ha tenido mucho que ver con el auge de la minifalda. Sí, la prenda con la que Mary Quant revolucionó el mundo en los años sesenta es uno de los diseños protagonistas de la actualidad. Gracias a MiuMiu se lleva en su versión más corta. Los centímetros se han reducido tanto que en algunos casos puede resultar difícil llevar la minifalda con comodidad. Por eso, una buena alternativa de rendirse a la tendencia consiste en lucirla sobre medias tupidas, leggings o pantalones de todo tipo.
Por otro lado, los pantalones anchos y de tiro bajo han logrado hacerse con un sitio destacado en el vestidor después de varias temporadas rivalizando con los eternos pitillo de cintura elevada. Este pantalón, de aire informal y hechuras holgadas, se convierte en el aliado ideal a la hora de construir looks cómodos pero diferentes. Así es como lleva esta mezcla de tendencia la modelo Iris Law en la última campaña de Zara, donde aparece con un look coordinado de minifalda, pantalón y chaleco sastre a juego.


La top Bella Hadid, otra abanderada de las tendencias más audaces, también ha dado el visto bueno a este mix de espíritu años 2000. El pasado septiembre, la modelo compartió en su cuenta de Instagram un look monocolor en negro que era de todo menos previsible. En este caso, la minifalda dio paso a una falda de acabado plisado con una altura a media pierna. Debajo, unos pantalones de vestir largos y muy anchos. Un cropped top minúsculo y una cazadora oscura remataron un look no apto para tímidas.
Sobre la pasarela, la tendencia crece a pasos agigantados. En su colección otoño 2022, Chloé ofreció la versión más minimalista, con un conjunto de cuero de falda y pantalón en tonos crema. Louis Vuitton o Peter Do han demostrado las posibilidades casi infinitas de esta combinación al mezclar, respectivamente, vestido y vaqueros y falda plisada con pantalón sastre. Y Jacquemus ofreció en su última colección la versión más veraniega con una microfalda cruzada y pantalón en blanco (el francés, ya había hecho un guiño evidente a la tendencia meses atrás). En España, encontramos ejemplos como Paloma Wool, que experimentó con la tendencia hace casi un año, al proponer un minivestido de verano junto con un pantalón cromáticamente similar.
Jacquemus
Queda claro que no existen normas, sí unos trucos de estilo que se repiten con relativa frecuencia. Eso sí, habrá que esperar para saber cómo sigue evolucionando la tendencia en las próximas semanas. Lo que parece seguro es que en primavera no será raro empezar a ver looks que parecerán sacados de una revista comprada en 2004. Para empezar, la actriz Katie Holmes ya dijo sí el pasado diciembre a integrar estas dos prendas en un mismo estilismo. Lo hizo en un evento celebrado en Nueva York, donde posó con unos tejanos desgastados y un minivestido entallado como alternativa a la camisa. En redes sociales, no tardó en viralizarse el estilismo y había quién ponía en duda la viabilidad de esa tendencia en 2023.
El tiempo dirá si funciona o termina desapareciendo sin llegar a triunfar, pero si han calado las plataformas imposibles o la moda de llevar las zapatillas con traje, algo impensable hace unos años, todo puede suceder en el loco mundo de la moda.