Hace unos días, París acogía los desfiles de Alta Costura en los que se mostraba al mundo las colecciones primavera/verano 2017. En ellos había algo todavía más especial que de normal. Una magia se respiraba en el ambiente, y curiosamente ese halo mágico no era algo exclusivo de una sola firma, se podía sentir en la mayoría de ellas.
Puede parecer falto de realismo, pero este año nos sumergimos en un cuento de hadas. Las firmas quieren convertirnos en princesas, al igual que hacían nuestras madres cuando éramos pequeñas. La diferencia es que en nuestra niñez, nos quejábamos con frecuencia de estos conjuntos, pero ahora –si todos los diseños son como los que nos mostraron Chanel, Dior o Ralph Ruso– aceptaríamos el vestido de princesa con gusto.
La pasarela mostraba elegancia, espectáculo y obras de arte creadas mediante capas y capas de tul. Este tejido ha sido la clave y el protagonista de la Haute Couture, y esperamos que te guste, porque lo verás mucho los próximos meses. De eso estamos seguros. Las firmas que están al alcance de todos los bolsillos pronto incluirán prendas con tul, no iguales a las que hemos visto, sino reinventadas para que podamos llevarlo en nuestro día a día. Aunque, sin perder el romanticismo y feminidad que los diseñadores han transmitido con estas colecciones.
''Son auténticos vestidos de princesa de cuento con los que vuelve la magía a la Alta Costura'', nos explica nuestro director de moda, Baptiste Lauron. ''Ultimamente, el minimalismo había conseguido imponerse en todas partes, incluso en los talleres de Alta Costura. La extravagancia, lo barroco, y lo ostentoso ya no eran bien vistos ni siquiera para los más ricos. Sin embargo, esta vez asistimos a la gran vuelta de la fantasía'', añade Lauron. Y nos explica, que en este retorno a lo que la Alta Costura era, se vuelve también al objetivo que siempre ha tenido: hacernos soñar.