El primer libro que leyó el diseñador Joseph Altuzarra durante la cuarentena ha sido la inspiración de este desfile. Y ese libro era 'Dune', y el paisaje y los personajes de la novela se han notado en cada una de las salidas de este desfile de la Semana de la Moda de París. Una colección con más luz que la de Yohji Yamamoto, Olivier Theyskens o la de Dries Van Noten. Una colección que surgió sin querer en el confinamiento y que sin embargo respira mucha libertad: trajes de chaqueta relajados, faldas con movimiento...
Una colección femenina pero minimalista, con los detalles justos y necesarios. Como los cinturones que recalcan la cintura en los trajes de chaqueta, los botones de nácar y las perlas de aguadulce -que se compraron en la cuarentena a Etsy- o los escotes, como el halter, que favorecen a rabiar. Unos detalles que se encuentran en vestidos tradicionales deconstruidos, como explica el diseñador, y en piezas con volumen. Tejidos y cuadros ligeros, colores neutros... "Hicimos una gran búsqueda para encontrar estos linos", recalca Altuzarra.
Para los plisados, Altuzarra desarrolló una nueva técnica que incluye pliegues, cosidos y prensados con calor. Un efecto similar al de las medusas que se nota en muchas de las prendas. Y otro de los puntos fuertes ha sido las capas, las prendas que se ciñen y abrazan el cuerpo, ligeros volúmenes inesperados... Una colección inspirada en la cuarentena que ha sido una luz al final del túnel.