No te vamos a decir que exista un look perfecto para acudir a una entrevista de trabajo porque no, no lo hay. Y tampoco existen unas normas que te digan cómo conseguirlo. Así, a simple vista, escuchar esto puede parece un poco desalentador, pero todo lo contrario. Se debe a que hay un enorme abanico de posibilidades entre las que elegir
Como es lógico, ir a una entrevista en chandal no es en absoluto una opción. Pero esto tampoco significa que debas ir en traje o con un atuendo similar. ''Debes vestir de un modo que te haga sentir cómoda y tranquila'', nos cuenta nuestra estilista Ana Romé. Y en esto los zapatos juegan un papel clave. ''Si no estas acostumbrada a llevar tacones (y tampoco es tu estilo), no te los pongas. ¡Deja atrás esa costumbre de ir en traje y stilettos a las entrevistas! Se trata de encontrar un look con el que seas tú misma ya que las primeras impresiones son clave'', añade Romé.
Estos consejos debes tenerlos muy presentes porque, aunque parecen simples, son más útiles de lo que crees. En primer lugar, debes tener en cuenta que prendas que rechazaríamos en un primer vistazo por ser demasiado casuales, como unos vaqueros, pueden ser perfectamente llevables. El truco es combinarlos con otras piezas más formales que consigan crear el equilibrio necesario.
Otro tip muy a tener en cuenta es sobre el color. Estamos acostumbrados a apostar por negros, grises y tonos similares para acudir a las entrevistas de trabajo. No obstante, añadir pequeñas pinceladas de color puede aportar un toque personal y atractivo a tu look. Algo similar ocurre con los estampados. Flores, cuadros, topos... Apuesta por ellos ya sea convirtiéndose en los protagonistas del conjunto, como ocurre al lucirlos en un vestido, o de manera más discreta, por ejemplo a modo de camisa. Aunque, estos siguen siendo meros consejos al final lo importante es que seas tu misma, ¡y demuestres que te mereces ese puesto!