A estas alturas del año ya sabrás de sobra que los 90 es una de las década de inspiración que más se está plasmando tanto en las colecciones de la temporada estival como en las tendencias del otoño que ya están aquí. Y los 90, entre otras cosas, son sinónimo de denim.
Fue la última década del siglo el momento de la invasión definitiva del tejido vaquero, que amplió su versatilidad y su protagonismo. Lo hizo, por ejemplo, haciéndose un hueco en terrenos hasta la fecha desconocidos para él como el ámbito laboral -es la década de la explosión tecnológica, una de las razones de la relajación de los códigos de vestimenta en las empresas-, la noche e incluso en las alfombras rojas menos formales.
La evolución que vivió en este sentido el denim tuvo, a nivel mediático, un momento álgido en forma de look (doble) icónico, el que lucieron Britney Spears y Justin Timberlake a juego en los American Music Awards del 2001 -en 2014, Katy Perry y Riff Raff se inspiraron en ellos para elegir outfit para la gala de los MTV Video Music Awards-.
Es cierto que ya no eran los 90, pero semejante outfit no era otra cosa que el fruto final de lo que se había cultivado en la década anterior en torno al denim. Y es que el vestido vaquero vivió su cénit justo en los años del previos e inmediatamente posteriores al cambio de milenio, con celebrities como la propia Britney como bandera de la tendencia, que pronto vio como la moda, con los 90 cada vez más lejos, empezó a apuntar en otras direcciones para inspirarse.
EL REGRESO DEL VESTIDO VAQUERO QUE EN REALIDAD NUNCA SE FUE
Sin embargo, nada como el tiempo para beber de nuevo de fuentes que permanecían olvidadas. Desde hace algunas temporadas, los grandes creadores de estilo han ido haciéndole un hueco a los 90 de nuevo, hasta el punto de que son el gran motor de la moda en este 2019. Y, como no podía ser de otro modo, el total look denim es el mejor ejemplo, como bien sabe Gigi Hadid, que no suele dar puntada sin hilo en lo que al estilo se refiere, como demostró en su última fiesta de cumpleaños celebrada la pasada primavera en Nueva York, donde el dress code tuvo al estilo vaquero precisamente como elemento fundamental.
Algunas estrellas como Jennifer Lopez o Kylie Jenner le han dado una vuelta de tuerca al outfit al cambiar al apostar por un conjunto dos piezas, pero el gran protagonista en las firmas low cost sigue es el vestido denim, la prenda más versátil de las fabricadas en este tejido, puesto que acepta todo tipo de largos, cortes y cierres, e incluso encaja de maravilla tanto como diseño clásico y atemporal como en otros que jueguen con las tendencias, como son los volantes, por ejemplo, o la combinación de los modelos más veraniegos con camisa por debajo, estilo pichi.
No en vano, lo han recuperado recientemente iconos de estilo como Meghan Markle, que llevó un diseño midi y atado en la cintura de J. Crew en la final del US Open de tenis, donde estuvo animando a su amiga Serena Williams, pero también otras muchas caras conocidas del mundo de la moda se han plegado a sus encantos: Irina Shayk con un diseño estampado o Emily DiDonato con un modelo camisero y oversized similar al que llevó Ashley Graham en la citada fiesta de cumpleaños de Gigi Hadid son solo otros tres ejemplos de ello.
Ahora eres tú quien puedes aprovechar esta marcada tendencia para hacer una transición al armario otoñal sin miedo a equivocarte.