Vogana
Si pienso en bodas de invierno, me viene a la mente un recuerdo: la capa de cachemir con capucha, en color blanco, de la boda religiosa de Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi, un diseño de Valentino Alta Costura difícil de olvidar. El vestido de manga larga y volantes, seda y encaje de macramé color marfil, se deslizaba por la nieve mientras los copos seguían cayendo con premura y se posaban en la extraordinaria tiara Fringe de Mónaco (Cartier) que lucía la novia. Los coches iban apareciendo uno tras otro (los parabrisas no dejaban de moverse) y los invitados se presentaban ataviados con ropas de abrigo, Beatrice de Borromeo deslumbraba con uno color rosa, pieles (como Eugenia Niarchos, Margarita Missoni o el mismísimo Valentino) y terciopelo. Macarena Gómez y Aldo Comas fueron unos de los invitados más curiosos e inesperados, ella de Lorenzo Caprile, llevaba unos guantes de color rojo. Era una estampa idílica, invernal, casi de cuento, que, sin duda, hacía soñar con tener algún día una boda igual.
El frío iba calando en aquellos que no estaban preparados, pues para una boda de invierno (y más con predicción de nieve), era necesario tomar precauciones. Puede que la siguiente afirmación sea de lo más obvia pero las sandalias están más que descartadas. Si hay algo que nos enseñó la boda de Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi es a elegir el look perfecto para una celebración con estas características meteorológicas. Un buen abrigo de corte largo, terciopelo para vestidos o zapatos, pieles (no auténticas), guantes, medias y manga larga. Por eso, he aquí, una selección vestidos (mayoritariamente) y complementos para ir de invitada a una boda de invierno, elegante y sin pasar ni una pizca de frío.