La primavera está asomando en el horizonte y ya sabes lo que significa eso: "¡Buen tiempo!", pensarás. Quién no tiene ganas de solecito, tardes largas y ropa de entretiempo, ¿verdad? Pero la primavera también significa el arranque de la temporada de los eventos más queridos y odiados a la vez: las bodas.
Jugar a cuántas bodas tienes la próxima temporada de calor es un clásico de estas fechas. Y es que no dejan indiferente. Se pueden ver con el vaso medio vacío -qué pereza y qué gasto-, pero también con el vaso medio lleno -que viva el amor y, de paso, qué ganas de presumir de lookazo-. Nosotras, siempre que sea posible, optamos por esta segunda forma de encararlas porque, al fin y al cabo, son una fiesta y una oportunidad para disfrutar las semanas previas eligiendo cada detalle del look perfecto de invitada.
Por mucho que los trajes o los monos se postulen como alternativas sólidas, si la boda es de tarde noche -más bien de noche si es en primavera- el vestido largo es la opción estrella y no hay ninguna otra opción que pueda poner en duda su posición. Y la gran duda en estos casos no es tanto escoger el vestido, sino cómo complementarlos, especialmente con qué calzado. No eres la primera que descarta sus favoritos por no encontrar los zapatos perfectos para completar el look.
EN BUSCA DEL ZAPATO PERFECTO
A grandes rasgos, y aunque últimamente es más habitual ver invitadas e incluso novias -véase Zoë Kravitz- que se atreven con opciones planas y nos encanta, dos son las opciones canónicas para un outfit de invitada con vestido largo: el zapato de tacón cerrado o la sandalia de tacón. Estas últimas son, generalmente, las más buscadas porque, además de estilizar al máximo, dan más juego porque puedes optar por llevarlas sin medias o con ellas. ¡Ojo! Cuidado con esta última opción porque la carga el diablo...

En cualquiera caso, te decantes por zapato o sandalia, el color será el que defina más tu propuesta. Si tienes un gusto clásico porque te gusta ser conservadora, el negro y los metalizados -dorado y plateado- son un seguro de vida. En cambio, si te apetece salirte de la autopista en busca de una carretera más divertida y con un paisaje más llamativo -lo que se convierte el viaje en más especial-, romper el look poniéndole un toque de color con alguna opción más viva, es una forma excelente de hacer brillar el vestido largo elegido. Anímate com el color block porque será lo que te de la puntuación definitiva para alcanzar el éxito.