Sale el sol, mallas finas; amanece nublado y con frío, joggers de algodón. Y vuelta a empezar cada día durante más de tres semanas ya. Como mucho, algún día te pones el pijama con menos cara de serlo de tu armario y así estás todavía más cómoda. Porque eso de vestirte como si fueras a la oficina o tuvieras algún plan de viernes por la noche, por mucho que las mujeres más estilosas nos inviten a ello, ¿cuántas de verdad lo habéis hecho durante la cuarentena?
Cuesta encontrar la motivación sabiendo que el reservado, como muy lejos de tu vestidor, lo tienes en el salón de casa. En cambio, hay un punto intermedio para salir de la rutina de pantalones de chándal y leggings sin renunciar a la comodidad ni tener que recurrir a looks pensados para el exterior. Te lo vamos a demostrar.
Hay materiales como el punto que son realmente elegantes y confortables a la vez, por ejemplo. Otros menos delicados, como el algodón o los tejidos sintéticos como el poliéster son una opción ideal. Incluso los más resistentes como el denim pueden ser compatibles según qué diseños con el confort. Lo importante es elegir el corte correcto, holgado o fluido, alejándote en todo caso de todo lo que tenga que ver con lo skinny o con cinturas demasiado ajustadas, ya que vas a estar mucho tiempo sentada con ellos.
Además, es conveniente tener en cuenta tus circunstancias, como ya habrás comprobado, por ejemplo, si tienes niños en casa. En este caso, o si toca día de limpieza, por citar otro caso especial, materiales como el punto son opciones que no parecen compatibles puesto que exponerle al ajetreo de ambas tareas es un riesgo que no merece la pena tomar.
Pero como días de confinamiento todavía quedan, desgraciadamente, muchos, hay días de sobra para probar cada una de las alternativas que te vamos a dar a continuación. De verdad, pocas cosas más efectivas que la ropa que nos ponemos cada mañana para invitar a la mente, aunque sea de mentira, a salir del bucle infinito en el que se ha convertido estar encerrodas en casa.