@miriamdelbosque
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Con este tiempo los calurosos días de verano son solo un recuerdo distante. El sol, después de largos meses de trabajo y, ahora contratado a media jornada, parece estar cansado y no puede evitar acostarse mucho más temprano. Ahora a las 6 de la tarde se vislumbran bostezos antes vespertinos. Las hojas caducas van perdiendo su color y se tiñen cobrizas para formar un manto espeso y resbaladizo en calles y senderos.
Vuelve el sillón de terciopelo verde de Julio Cortázar y las novelas de misterio, la lectura se torna más placentera junto a una gran chimenea llena de leña chispeante. Las mantas salen de los cajones y los cojines de tartán se acomodan a ambos lados del sofá. La luz es más tenue y aparecen de nuevo velas y candelabros. Los días son más lluviosos y mirar por la ventana resulta una actividad sorprendentemente entretenida.
Los escalofriantes granizados y helados se cambian por el otoñal café Pumpkin Spice Latte de Starbucks, con canela, nuez moscada, nata y topping de pastel de calabaza (que siempre me recuerda a Halloween así como el Toffee Nut Latte es mi favorito de la navidad). Ese olor me lleva a París, a aquel invierno de Erasmus en Bruselas en el que visitamos a una amiga en la capital francesa. Entramos en uno de estos negocios después de visitar una gran librería de segunda mano. Allí nos resguardamos mientras ríos de agua corrían por las calles y volaban paraguas por encima de las farolas.
Por fin salen del armario gabardinas, abrigos de cuadros, chubasqueros y chalecos de plumas, botas de agua, mocasines y botines Chelsea, bufandas, calcetines gruesos y gorros de punto. Regresa el estilo british con su tartán y sus clásicos estampados que veremos en marcas como Scalpers, María de la Orden, Polo Ralph Lauren o Burberry.
En cuanto a joyas y bisutería, la tendencia sigue tres líneas generales esta temporada de otoño-invierno 20/21. Por un lado continúa el gusto por piezas minimalistas (en oro o plata) que puedan llevarse a diario y no resulten incómodas o pesadas. Destaca la preferencia por marcas españolas y made in Spain con productos artesanos hechos a mano en pequeños talleres, sobre todo aquellas que ofrecen servicios de personalización.
Por otro, vuelven los diseños mayúsculos y vistosos, collares con forma de corazón, cadenas gruesas de eslabones dorados, colgantes con iniciales, pendientes que se asemejan a los pétalos de una flor y pendientes asimétricos, anillos tipo sello o con piedras preciosas y pulseras con nudos o cierres originales.
Como tercera línea están las perlas, una tendencia que, si bien está asociada a una mujer mayor, clásica y elegante, vuelve como un accesorio atemporal para todas las edades y géneros. Las veremos en collares, pendientes, pulseras e, incluso, en diademas y jerséis.
He aquí una selección de joyas de nueva temporada que llevar este otoño-invierno 2020/21.