Miriam Núñez Del Bosque
Tal vez, a este misma hora un 12 de agosto, se escuchen las olas y no el bullicio de la ciudad. Huele a mar, la brisa sopla amable, la arena no quema demasiado y la sal del agua va dejando un color blanquecino en la piel que se mezcla con los aromas y la untuosidad de la crema.
Hay un libro sobre la toalla, La villa de las telas, de Anne Jacobs, un ejemplar demasiado pesado para la playa, lejos de ser lectura ligera pero sobradamente entretenido. La sombrilla retro de algodón de Arena Stories crea una sombra de lo más placentera y alivia la sensación térmica de 38ºC que marca el termómetro. Las gafas de sol hacen que el horizonte se vea ligeramente de color sepia pero son las únicas que había dentro de la cesta de rafia, junto a ellas estaba una visera nueva de Marcela & Co, unas delicadas joyas de Na Moé, el pareo de Samsaya, un estuche de Adriana Alonso con lo esencial y una valiosa (y fresca) botella de agua de metal.
Al llegar las 14h, la concentración se disipa con la llegada del apetito. Tras unas sangrías, una jarra de margaritas de Chido o una cerveza de trigo de La Virgen, apetece una paella de Casa Julio en San Juan, el riquísimo sushi de Monsieur Sushita (imprescindible probar el maki roll de bogavante y el de anguila), los curiosos platos de Zest Madrid o la hamburguesa vegetariana de Súperchulo.
Tras la comilona viene la siesta, llega la hora de calzarse las sandalias de Ballpages e irse a casa. Al abrir la puerta de madera y cruzar el amplio jardín, se llega a la zona más calurosa. Allí, colgadas en cuerdas, están las sábanas blancas y la ropa de cama secándose al sol. A su lado, toallas de playa y un par de bikinis y bañadores hacen lo mismo. Este año las prendas de baño no han sido compradas en tiendas australianas y californianas como el pasado, a diferencia, son diseños Made in Spain de pequeñas marcas locales.
Dada la situación, la idea de comprar bikinis confeccionados en España atraía más que nunca. Tejidos de algodón y tules bordados, volantes, lazos y estampados (vichy, florales, a rayas y con lunares), diseños originales que nada tenían que envidiar a grandes firmas o marcas internacionales.
Descubrir estas pequeñas empresas y su especial producto ha sido toda una revelación: ¿por qué no se conoce, se aprecia y se apoya la calidad y el talento dentro de nuestras fronteras? ¡Qué maravillosa es la creación artesanal, lo hecho a mano con cuidado y esmero! Qué bonitas y diferentes son estas prendas de baño...