Es una pieza con la que sin duda no pasas desapercibida. El rojo es un color llamativo y vibrante y si lo vistes de pies a cabeza te dará mucha energía y protagonismo. El corte que más nos gusta es el estilo años cincuenta, entallado hasta la cintura y con falda de vuelo. Es un corte muy clásico y que favorece a casi todas las siluetas, permitiendo disimular caderas o muslos anchos y creando curvas en siluetas rectilíneas.
Cómo llevarlo. De muchas maneras diferentes, dependiendo de lo que quieras transmitir. Desde un zapato plano o una zapatilla deportiva para un look casual hasta con los tacones más altos para uno mucho más elegante y sofisticado.
Ni se te ocurra. Evita los accesorios muy llamativos o recargados para combinar con un vestido rojo. Unos zapatos de pedrería o un bolso estampado solo conseguirán que se te vea excesiva; en este caso apuesta por la sobriedad de un corte clásico como unas sandalias de tiras o unos salones en tonos lisos y neutros (como negro, blanco o beige).
Plan de estilo. Dale protagonismo a la cintura con tu vestido rojo de vuelo utilizando un cinturón tipo fajín. Puedes usar un pañeulo anudado también, está muy de moda.
¿Y de noche? El vestido rojo te hará triunfar en fiestas nocturnas, en este caso, te aconsejamos apostar por un maquillaje o peinado especial. Atrévete con un recogido despejado de la cara y un labio rojo a juego con el vestido, para conseguir un look más sofisticado.
Truco InStyle. Fíjate bien en el tejido del vestido. Lo mejor es elegir un algodón con un poco de fibra elástica, para que la parte de arriba quede bien entallada al cuerpo sin que te resulte incómodo moverte.