El aire más salvaje y femenino del verano del futuro viene de la mano de Dior y de su visión particular de las domadoras de caballos mexicanas. Los grandes establos de Domaine de Chantilly se abrieron ayer, 26 de mayo de 2018, ante un público expectante. Pero no fue un comienzo habitual... Unas jinetes de rodeo mexicanas entraban vestidas de Dior y a caballo. Los bordados en blanco y negro bailaban al compás de los animales, que fueron los primeros protagonistas del espectáculo. Tras esto, comenzó a llover y la colección a desfilar.
Más de 70 propuestas inspiradas en el estilo gaucho de América del sur, con vestidos como el denominado 'Adelita', que procede de los torneos de charreada y que, a pesar de sus estrictos códigos, ha sido rediseñado por Maria Grazia Chirui. Faldas ligeramente acampanas, algodones muy finos, patrones monocromáticos, tul, bordados, cuero negro y -por supuesto- el encaje que da nombre a la región, Chantilly.
Parece que la principal inspiración de la diseñadora, como casi siempre desde que es la cabeza creativa de la maison, son los diseños pioneros de su fundador. Por ejemplo, hemos podido ver la versión 2.0 de la clásica falda 'Rodeo' de 1948, versionada por sus grandes bolsillos, ahora cosidos a las nuevas chaquetas icono de la firma. Así como el vestido 'Amazon' de 1951, recordado a partir de las faltas drapeadas que desfilaron anoche.
No sabemos qué piensas tú, pero si Dior va a coger las riendas del verano que viene, nosotros no nos vamos a resistir.