Este será el primer verano de los últimos años en el que podré dedicarme a descansar. Desde que dejé Cuéntame no he parado ”, nos dice Elena Rivera (Zaragoza, 1992). Y continúa: “Tras el confinamiento encadené los rodajes de varias series – Alba (Antena 3 y Netflix), Sequía (La 1) o Los herederos de la tierra (Netflix)– con sus respectivas promociones. He llegado a este año un poco agotada, física y mentalmente. Así que estos meses me servirán para recargar pilas, ir a la playa con mi novio y disfrutar de buenos restaurantes (que es algo que nos encanta)”.
En alguna entrevista te has reafirmado en lo distinta que eres de tus personajes. “Yo soy Elena”, hemos leído. Así que aquí va la pregunta obligada: ¿y cómo eres? Una chica como las demás. Me gusta rodearme de mi gente, no llamar la atención e intentar hacer bien mi trabajo pero a niveles de autoexigencia: soy muy perfeccionista. En el aspecto personal me gusta salir, la música y suelo ser bastante alegre (o eso me dicen), aunque también tengo días en los que no me aguanta nadie (risas).
Siguiendo con nuestra ‘terapia’ improvisada, aquí va otra frase tuya: “Soy normal dentro de este mundillo tan anormal”. ¿Cuál es el secreto para continuar siendo más persona que personaje? Llevo en esto desde que tenía 6 años. Siendo una niña salía en televisión con audiencias millonarias... Si tienes la suerte, como la tuve yo, de que mis padres y mi entorno me recordaran continuamente que la realidad no es lo que hay delante de una cámara, entonces es más fácil ser consciente de la persona que eres y no dejarte comer por tu personaje público. Han pasado muchos años, pero es lo mismo: sigue habiendo cámaras y focos, aunque ahora esas cámaras estén por todos lados. En especial, en las redes sociales. Yo mantengo la misma filosofía: lo que se muestra delante de una cámara es tan solo una versión de lo que la gente quiere enseñar de sí misma.
Fotografía: Danniel Rojas Realización: Francesca Rinciari.Celine Vestido estilo sirena y gafas de sol.
¿Cuál sería, a tu juicio, el lado menos bonito de tu profesión? Pensamos que este oficio se reduce a lo que aparece iluminado delante del foco y olvidamos que detrás siempre hay sombra. Me siento muy afortunda, pero soy consciente de lo complicado que es para actores, guionistas o técnicos mantener la estabilidad laboral. Puedes hacer una serie y una película en cuatro meses y luego estar año y medio casi sin trabajar. También me preocupa algo que casi es ya una tendencia, y es que parece que empieza a pesar más el número de seguidores en Instagram que la trayectoria o el talento. O peor: que el talento y tu valía vienen determinados por la cantidad de seguidores. Esto ya no afecta a que te den o no un papel; también al interés mediático, al de las marcas... Me inquieta que estemos creando un mundo artístico en el que todo se mida en función de los followers.
Empezaste de pequeñita y cantando. ¿Lo tomabas como un juego? ¿Cómo reaccionaban tus compañeros cuando te veían en la tele? Era un juego, tal cual. Así me lo inculcaron mis padres: en el momento en que no te diviertas, lo dejamos. En mi colegio y en mi barrio claro que era “la de la tele”, pero al final, si te rodeas de gente que te valora por lo que eres y no por salir en la televisión, lo llevas con normalidad.
Quien te hubiera visto entonces te hubiera pronosticado una exitosa carrera musical. De hecho, llegaste a grabar algún disco. ¿Te gustaría retomarlo? Mi pasión es la música. Por eso digo que me encantaría hacer un musical, unir música e interpretación. No he grabado ningún disco ‘en serio’ sino uno, de pequeña, que era el premio por ganar Se busca una estrella. La cosa quedó en eso, porque mis padres consideraron que era aún muy joven. Luego he grabado algunas canciones con un amigo, Guillermo Marín, que es un crack de la producción. Me gusta el pop y me encantan Aitana o Amaia. Y quedé impresionadísima la primera vez que vi a Chanel con SloMo. ¡Qué barbaridad!
Andrew Pocrid Vestido asimétrico con aplicaciones de plumas en la manga.
Cuando abandonaste Cuéntame y dejaste de ser Karina, los fans se quedaron en shock. ¿Cuánto hubo de angustia y cuánto de alivio en la decisión de irte? Hubo vértigo. Lo hice sin tener otro proyecto. Simplemente supe, cuando Ricardo (Gómez, Carlos Alcántara en la serie) me contó que lo dejaba, que si yo quería ser coherente con mi personaje también tenía que ponerle punto y final. Despedirme fue duro porque, además, opté por no decírselo prácticamente a nadie hasta acabar el rodaje. Después, tuve la suerte de que los proyectos han ido viniendo. Me lo he trabajado mucho, pero reconozco que he tenido suerte.
¿Hay algún personaje que te haya dejado más huella que otros? No soy una actriz de método, pero sí creo que todos los grandes personajes que interpretas dejan un poso en ti. Sara, de la serie La verdad, fue un antes y un después porque me exigió muchísimo y se trataba de mi primer gran protagonista. Pero si hay uno que me ha marcado a nivel mental es el de Alba. Tanto al meterme en la piel de esa chica a la que violan como por los mensajes que me han ido llegando. Me han escrito chicas y mujeres que han vivido episodios de abusos. Leer eso te marca muchísimo como mujer.
Fotografía: Danniel Rojas Realización: Francesca Rinciari.Elisabetta Franchi Top y falda de lentejuelas. Chopard Pendientes. Jimmy Choo Bolso de malla y asa adornada con cristales.
¿Y qué artista o serie te han enganchado últimamente? No tengo dudas: Zendaya me tiene entregada. He flipado con lo que hace en la última temporada de Euphoria. Su talento es increíble, traspasa cualquier pantalla y emociona. Y de series... Estamos muy enganchados (digo estamos porque veo las series por la noche con mi novio, como si fuera un ritual diario) a The Staircase –HBO Max–, Severance –AppleTV+– y Now and Then -AppleTV+–.
Ahora que estás más expuesta, ¿te obsesionan la moda o la belleza? Siempre estoy mirando tendencias, looks, maquillajes... Me gusta verme guapa y experimentar. Y creo que es bueno conocer qué técnicas o productos te pueden ayudara a cuidar tu piel o tu cabello. También por una cuestión de salud. De lo que no soy partidaria es de las cirugías estéticas. Me preocupa la ‘moda’ que hay entre los jóvenes de hacerse retoques estéticos que implican operaciones o que te inyecten algo. ¿De verdad una chica de 18 o 19 años necesita inyectarse ácido u operarse para transformar su cara como lo hace un filtro de Instagram?
Fotografía: Danniel Rojas Realización: Francesca Rinciari.Pinko Vestido con cut out y lentejuelas. Thomas Sabo Pendientes de aro.
Maquillaje y peluquería Noemí Nohales (Emma Monreal).
Asistentes de realización Piluca Valverde y Mikel Andrés.
Asistente de fotografía Javi Blanco.
Manicura Nubia Janeth Soacha.
Agradecimiento Hotel CoolRooms Palacio de Atocha; (coolrooms.com).