El blanco, como el negro, es uno de esos colores que resiste al paso del tiempo y ostenta una posición privilegiada alejada del circuito de las tendencias. Sin embargo, a menudo, se asocia únicamente a la temporada de primavera-verano, pasando a situarse en un segundo plano cuando descienden las temperaturas.
En una época en la que los escaparates de las tiendas están plagados de lentejuelas, brillos y tejidos metalizados, el blanco se posiciona como una de las mejores alternativas para quienes quieren huir de las excentricidades y apostar por un color que es sinónimo de luz, elegancia y pureza. Recientemente, veíamos como celebrities de la talla de Irina Shaik lo apostaban todo a este color, mismo camino que han seguido otras expertas en moda del panorama nacional.
Paula Ordovás ha llevado un conjunto de dos piezas hecho a medida por Navascués, un taller artesanal de confección de vestidos de novia e invitada, y está compuesto por un cuerpo tipo corpiño con escote palabra de honor, decorado con flores y tul en el bajo, y unos pantalones de silueta fluida a tono con la parte de arriba. Para completar el estilismo, la influencer ha añadido un sombrero de estilo western de la firma portuguesa Hurricane a juego con el look.
Por su parte, Anna Padilla ha apostado por un estilismo mucho más sencillo y minimalista, pero, al igual que el de Paula Ordovás, con el color blanco como único protagonista. Se trata de un total look de Zara formado por un top con un diseño de mangas y bajo asimétrico y cuello subido, a juego con unos pantalones de tiro alto y cintura elástica. Aunque ambas prendas ya han colgado el cartel de sold out en la página web de la marca, puede que todavía queden existencias en tienda.