Las lentejuelas son ya un básico de la Navidad, casi tanto como el turrón, los villancicos y las luces festivas. Estos apliques tan brillantes aprovechan estas fechas para conquistar nuestro armario por completo, pero sin duda la prenda en la que más protagonismo cobran es en los vestidos de fiesta.
Las paillettes tienen ese brillo, personalidad y estilo, ese 'algo' que hace que no lucirlas –al menos una vez al año– nos resulte imposible. Por eso estas fechas son perfectas, especialmente la noche del 31 de diciembre ya que muchas personas apuestan por ellas y los más tímidos se camuflan entre la multitud a la perfección. El problema es que llevarlas no es tan sencillo como parece a simple vista.
Vestidos de lentejuelas: más allá de los básicos
La gran mayoría de mujeres se decantan por diseños sencillos, generalmente monocromáticos, por miedo a ser demasiado atrevidas. Las lentejuelas son ya de por sí muy llamativas y aportan tal personalidad a los estilismos que, si no vamos con cuidado, podemos recargar el look en exceso.
No obstante, para todo aquel que controle a la perfección la combinación de las paillettes, hay opciones de lo más originales que salen de los grandes clásicos. Los estampados, por ejemplo, son una muy buena opción. Rayas, flores o incluso lunares, tal y como vimos –hace ya algún tiempo– en la cuenta de Instagram de la influencer Paula Ordovás.
Se podría decir que todo vale, lo único que debes tener muy presente es que contra más atrevido sea el corte, el color, el estampado, la largura y el diseño en general, más sencillos deberán ser los accesorios con los que acompañes este vestido tan especial.