Una temporada más, las pasarelas dictan sentencia sobre lo que se lleva y se deja de llevar. Nos proponen miles de opciones entre las cuales unas triunfan en las tiendas y la calle sobre otras, pero lo complicado está en discernir entre todas las posibilidades cuáles son las verdaderas tendencias y, entre ellas, las que mejor se adaptan a nuestro gusto, estilo y silueta.
En materia de faldas, hemos querido facilitarte la tarea y hemos seleccionado las tres que este otoño-invierno no podrán faltar en tu armario. Apunta.
Falda lápiz
La opción perfecta para tu look working (te la imaginas con la clásica blusa blanca, ¿verdad?) se convierte también en la falda ideal tanto para tus eventos más elegantes como para tu día a día. La hemos visto en su versión más glam (ajustada, metalizada y con abertura) en el desfile de Jason Wu y nos ha conquistado. Siempre de largo midi, por la noche llévala con un taconazo ultrafemenino y sofisticado, por el día dale una nueva vida con camiseta metida por dentro y sneakers, y si son blancas, mejor.
Minifalda
La falda mini es sin duda un básico en cualquier fondo de armario, pero este año se reinventan para alejarse de la clásica mini vaquera. Llévala en los materiales de la temporada -minifaldas de cuero o de pana-, con bordados, drapeados, volantes… ¡Cuanto más diferente, mejor! Como referente, nos quedamos con la propuesta de Saint Laurent en cuero y con volantes: toda una obra de arte. ¿Con qué llevarla? Como en el desfile, nos decantamos por unas botas XXL.
Falda plisada
Ha sido la estrella de la pasada primavera-verano y no nos abandonará tampoco esta temporada. Nos encanta en efecto metalizado (ya sabes que es la tendencia por excelencia de este invierno) pero también en sus versiones más románticas: en rosa, con print floral, en terciopelo… Tú eliges. ¿Lo ideal? Combinarla con un botín de inspiración rock para aportarle un toque cañero al look.