Cuando el buen tiempo se acerca y vamos dejando atrás los abrigos, nuestro armario empieza a experimentar cambios y uno de los más destacados es el de color. En invierno los tonos más oscuros suelen ser los que predominan y, aunque a muchas les cuesta atreverse, conforme cambiamos de estación otros más llamativos empiezan a destacar en nuestros estilismos. Sin embargo, como ya hemos dicho, estos colores no son aptos para todas las personas y por eso una buena forma de llevarlos es discretamente a través de nuestros complementos. En forma de pañuelo, de bisutería, de cinturón... Son muchas las opciones, pero esta temporada los que más se impregnan de colores vivos son los bolsos. Independientemente de su forma, tamaño y apliques, la mayoría de las firmas se han atrevido a jugar con la gama cromática, en general apostando por un solo color que se convierta en protagonista.
Sin embargo, muchas veces somos reticentes a utilizar este tipo de colores porque nos da miedo no saber combinarlos correctamente. No tengas dudas, un accesorio de este tipo puede salvar uno de tus estilismos, tal y como nos explica nuestra estilista Ana Romé: ''Un bolso de color hace que cualquiera de tus looks aburridos y básicos cambie por completo''. No obstante, debes tener cuidado para no convertirte en un arcoiris. No todos los colores combinan con todos y si introduces demasiados en un conjunto probablemente lo recargues en exceso. Por eso lo mejor es apostar por tonos neutros en la ropa y algo más llamativo en los complementos. ¿Sigues sin saber cómo llevarlo? ''Unos boyfriend jeans, una camiseta blanca y bailarinas o stilettos'', nos recomienda Ana Romé, ''todos ellos combinados con un bolso de color serán perfectos para el día como para la noche''.
Ahora solo queda descubrir cuáles irán directos a tu armario. Rojos, naranjas, verdes, amarillos, rosas... La oferta es enorme así que no te resultará complicado encontrar tu bolso ideal.