Con la llegada del verano, los maquillajes más vivos se instalan en la pasarela. Giamba, Max Mara o Missoni apuestan por sombras amarillas, verdes y azules. Giles y Oscar de la Renta, en cambio, se decantan por las bocas subidas de tono, que van del fucsia encendido al rojo intenso, pasando por el cereza. Sobre el asfalto existen dos posibilidades: lucir ambas tendencias por separado o arriesgar mezclándolos en el mismo look, acentuando por igual ojos y labios. En ambos casos es clave elegir el matiz más adecuado para cada iris: "Las sombras verde agua y berenjena funcionan en los ojos marrón más claro; en los oscuros, el plata y el azul cobalto. Las tonalidades bronce y moradas son ideales para las miradas verdes; los pigmentos ocre favorecen a los iris más cristalinos, y los turquesa y marrones, a los azules intensos", matiza Cristina Alonso, responsable de formación y promociones de Sisley España. Todos ellos se acompañan esta temporada de una piel luminosa, de aspecto satinado y con el toque de bronceado sutil. ¿Cómo se consigue? Tras aplicar la crema hidratante, se extienden los polvos iluminadores sobre los pómulos, la nariz, el arco de las cejas y la barbilla. Después, se difumina un maquillaje fluido. Y las más atrevidas pueden acompañar su look con un detalle floral. "Cuanto más pequeñas sean las flores, más tiempo aguantan", aconsejan desde la floristería Fransen et Lafite. Además, "mantenlas en agua hasta que te las pongas y no las rocíes con laca (las reseca y atrae el polvo).