Un festival de relevancia internacional, cinco looks y un solo estilista que además vive en Los Ángeles, ¿cómo te las arreglas?
Pues la verdad que llevo trabajando con Nieves hace ya 8 años. Y llevo 3 en Los Ángeles. La conozco perfectamente, no solo su estilo sino su cuerpo, su forma de moverse, de posar...y dedico muchas horas a buscar, pedir, organizar...Con el cambio horario son muchas noches sin dormir con fittings vía teléfono y eso hace que mi trabajo sea más duro. Pero, por otra parte, ella defiende nuestras creaciones como nadie. Somos un gran equipo. Y disfrutamos con la moda.
Cuando te enteraste de esta misión, ¿supiste al instante qué estilo de vestir le ibas a proponer o tuviste que darle unas cuantas vueltas?
Todo empezó gracias con la relación con ambas firmas. Tanto Etro como Elie Saab tienen buena relación con Nieves y conmigo, así que ese paso fue fácil. Una vez elegidas las firmas veo las colecciones: siempre voy pensando en qué usar, cuándo, con quién... Este año empezamos en Marzo. Vine a Madrid unos días por trabajo y a ver a mi pareja y empecé a pensar en Cannes; él es mi talismán de la suerte y siempre que me apoya o ayuda sale algo mágico.
Estuvimos viendo el desfile de Elie Saab de alta costura y yo escogí unos diseños y él otros. Al poner en común lo que habíamos visto me dijo: "¡Este vestido es la caña!" La verdad es que no fue una de mis primeras opciones pero él me conoce y siempre sabe animarme a innovar, así que pensé: "¡Algo diferente en Nieves!" Así que escogí este vestido de color oro rosado todo de pailletes y bordados, algo que ella jamás había llevado y fue maravilloso verla con él durante el fitting.
Para el look de Etro tenía varías tendencias de inspiración. Blanco y negro (como el que lució Blake Lively hace unos años en Cannes) y pantalón. Así que empezamos a pensar cómo podíamos crear un look moderno y cool pero dramático a la vez. El equipo de Etro me mostró esa falda toda de satén negra con cinturón y desde el primer momento vi un look magnífico para la alfombra roja.