Vuelta a España en 6 restaurantes

De Norte a Sur y de Este a Oeste, España sobresale en sabores (y olores) gastronómicos. Lo mejor: puedes hacer un periplo culinario por todo el territorio sin apenas recorrer kilómetros, solo visitando alguno de los mejores restaurantes de las distintas cocinas que lo pueblan. Aquí te dejamos una lista con 6 magníficas opciones que destacan por su diversidad y su buen hacer entre fogones. ¡Que aproveche!

Gofio by Cicero Canary. Un restaurante canario en pleno Barrio de las Letras madrileño (Lope de Vega 9). Su decoración invita al picoteo, pero su carta encierra auténticos platos de autor que, aún conservando la esencia –y los productos– de la tierra despiertan sorpresa y muchas ganas de más. Desde la tapa de aceituna con mojo que te sirven al llegar, hasta los tacos de carne mechada o las truchas saladas de conejo con salmorejo (empanadillas en las que no hay ni trucha ni conejo, por cierto) sin olvidar las papas arrugadas con distintos mojos, todo, todo, sabe a Canarias. Como cuentan en el restaurante, “no es la cocina que tomaría un canario en su casa, pero sí recoge los ingredientes y las recetas tradicionales elevándolas a un nivel superior”. Gran nivel, por cierto.

Montes de Galicia. En el madrileño barrio de Ventas (Azcona 46) se esconde este restaurante que te acerca a los platos típicos gallegos (su caldo, su empanada, su pulpo á feira…) pero también guarda en la recámara opciones no tan tradicionales, como el ceviche-sashimi de vieiras o el caviar de Wagyu. Tal cual. Toda una experiencia que hay que vivir y repetir, porque el restaurante cuenta con una de las cartas más amplias que hemos tenido el gusto de probar. Por cierto, el vino de la casa, de una pequeña bodega cuyos propietarios son familia del dueño, es más que digno.

Carlos Oyarbide. Carlos es un cocinero navarro entregado a la cocina tradicional, aunque su obra trasciende ya el arte culinario de su tierra natal. En un restaurante que es de por sí un prodigio decorativo (Villanueva 21, Madrid) encontrarás una menestra de verduras de la huerta navarra y unos morros de ternera, rebozados con crema de lentejas y zanahoria, para chuparse los dedos, pero también alubias rojas de Tolosa al estilo tradicional o kokotxas de merluza al pil-pil. Te gustará todo. Prometido.

El Chigre. La fusión de dos cocinas, asturiana y catalana, alcanza su culmen en este restaurante de Barcelona (Carrer dels Sombrerers 7) con un mix realmente curioso: productos asturianos con recetas catalanas y al revés (dos buenos y contundentes ejemplos: la fabada asturiana con chorizos catalanes y el empedrat catalán con faves asturianas). Un matrimonio, más que de conveniencia, de sabor, entre Cantábrico y Mediterráneo, en el que no faltan las tapas típicas con un exquisito toque de modernidad.

La Encomienda. Extremadura se sienta a la mesa en el espacio gastronómico del Hotel Cortijo de Santa Cruz (Villanueva de la Serena, Badajoz). Su garantía: los productos más señeros; su plus: un irresistible toque de modernidad. Podrás decantarte por pasta casera rellena de perdiz e ibéricos, carrilleras estofadas con setas de temporada o carnes típicas como el cochinillo y la paletilla de cabrito. Todo tan tradicional como su localización, un antiguo cortijo extremeño que respira encanto.

La Malaje. Y acabamos nuestro tour con una visita a los fogones andaluces de la mano de La Malaje. Su propósito es convertir la comida en un auténtica fiesta alrededor del jamón ibérico de Bellota y el buen vino. Por supuesto, también del Bienmensabe, las gambas o el lomo de venado con salsa de dátiles. Cuentan con menús especiales para grupos de, como mínimo, 6 personas. ¿Te animas?