Es curioso el poder que tienen los olores, puedes estar caminando por un pequeño pueblo del sur francés, soplar una brisa insignificante y, de repente, viajar hasta un momento del pasado en la otra parte del mundo. Resulta fascinante cómo los aromas son capaces de recordarnos cosas que ya creíamos olvidadas, nos permiten volver a estar, por unos instantes, en lugares lejanos en tiempo y distancia. Son capaces de moldear nuestro ánimo, apretar con demasiada fuerza nuestro corazón y provocarnos una lágrima (o nueve) de tristeza o felicidad.
Hay una regla que siempre sigo: nunca me pongo un perfume nuevo en momentos en los que no tengo la certeza de que vayan a ser felices o especiales pues, si lo hago, esa esencia quedará ligada irremediablemente a una memoria gris.
Al igual que las personas cada hogar tiene un olor propio y característico, en muchas ocasiones imperceptible para sus inquilinos pero sí para sus visitantes. Incluso, ese aroma tan particular, puede ser capaz de impregnarse en la ropa o en el pelo.
Las primeras impresiones son extremadamente importantes y significativas, como anfitriones, es común querer que los invitados tengan la mejor experiencia posible, que disfruten de la casa y se lleven un buen recuerdo. Para esto las fragancias son primordiales.
Sin duda, las velas son algo mágico, un elemento decorativo que gusta por su estética y por su capacidad de inundar una estancia con su perfume. Muchas de ellas, como Toile de Jouy de Dior, Feuilles D'or de Louis Vuitton, la Fumus de Gucci o la Torre norte 1001 Lights de Lladró, son más que simples velas, son piezas de diseño que incluso consumidas podemos lucir en salones y comedores.
Hay velas como Feu de Bois de Diptyque que huelen a bosque, a madera y a invierno. Otras, como Douceur Immortelle de L'Occitane te recuerdan a la Provenza, a la tierra bañada por el sol que libera sus aromas más bellos, una mezcla de flores y plantas aromáticas. La vela Orient, de Diptyque, revela en cambio misteriosas notas especiadas y recrea el ambiente cálido de un palacio oriental.
Disfrutar de los olores que este tipo de velas aromáticas desprenden es todo un lujo y un placer. Por ello, he creado una selección de ellas, una para cada estancia de la casa.