Un verano en Irlanda

A lo mejor, un verano irlandés no es lo que más te apetece del mundo si lo que buscas es playa, sol y calor tropical. Quizás la climatología de Irlanda no sea generosos con estos tres elementos pero, a cambio, es muy posible que el país te regale las vacaciones de tu vida. ¿Por qué no pruebas a enamorarte de la esencia irlandesa? Te proponemos tres destinos a cada cual más apetecible. ¡Empieza a hacer maletas!

Dublín. El Trinity College, toda una institución académica, y la Catedral de San Patricio son dos de los emblemas de esta acogedora capital que en verano se llena de estudiantes y turistas. La experiencia de bañarte en el Mar de Irlanda tal vez sea too much pero, a cambio, puedes ir a jugar con las focas al cercano puerto de Howth o subir a la fragata Jeanie Johnston en el río Liffey. Además, claro está, de tomarte una (o varias) pintas por los pubs de las calles del centro mientras haces un alto en tu camino hacia el castillo, visitas algunas destilerías o admiras las mansiones georgianas. Recuerda que cerca de Dublín hay varios lugares que atesoran la esencia celta, ciudades pintorescas como Drogheda o hermosos pueblos como Carlingford, elegido durante varios años el pueblo más bonito de Irlanda y lugar donde nació la famosa leyenda del leprechaun y su olla de oro.

Galway. Una ciudad que, a lo mejor y a priori, ni siquiera te habías planteado. Tiene un estupendo ambiente y está llena de jóvenes. Hay dos visitas gastronómicamente obligadas: la panadería Griffin's Bakery, y Monroe's Tavern, donde además podrás ver en directo espectáculos de danza irlandesa todos los martes. Por supuesto, no te olvides de visitar la casa del escritor James Joyce, la figura más popular de la ciudad.

Museo del Titanic.

Belfast. Es una ciudad con una historia tremenda, pero bien merece una visita, sobre todo este año, dedicado a la gastronomía. Entre mercados y espectáculos, no olvides pasarte por el museo del Titanic, la auténtica joya de la corona de la capital y donde podrás probar un menú compuesto por  nueve platos que los pasajeros originales de primera clase del Titanic disfrutaron a bordo. No te pierdas esta ocasión única y entre bocado y bocado, proyecta tu visita a The Outlet Bandbridge, moda con grandes descuentos.

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