En uno los primeros días del último Festival de Venecia, coincidieron en la bella ciudad italiana dos actores que formaron durante buena parte de la década de los dos mil una de las parejas más envidiadas del planeta: Jude Law y Sienna Miller. Guapo él, basta con ver el último tráiler de la serie The New Pope, donde vuelve a meterse en la piel del Papa Pío XII. Y guapa ella, como demuestra cada vez que pisa una alfombra roja o evento público, como en la reciente boda de la cantante Ellie Goulding.
No en vano, Miller es una de las it girls de la década, al nivel de nombres como Olivia Palermo, Sarah Jessica Parker, Diane Kruger o Chiara Ferragni, a las que poco a poco va tomando el relevo la nueva generación, con Zendaya a la cabeza. No se cruzaron, al menos en público, Miller y Law en la bella Venecia, escenario idílico para el amor pero no tanto para historias como la de los dos artista británicos, la cual acabó como el rosario de la aurora. Pero antes de llegar a su final, que es digno de culebrón latinoamericano, viajaremos al comienzo de la historia, allá por el año 2003...
EL ROMANCE MÁS ENVIDIADO DE SIENNA MILLER Y JUDE LAW
Tres años antes, Jude Law había sido nominado al Oscar por su actuación el El Talento de Mr. Ripley. Esto es, el actor británico era una de las estrellas de la industria sin discusión. Aquel éxito, por ejemplo, le valió para ganar una millonada en cintas posteriores como Cold Mountain o Alfie, producción en la que es tan difícil no rendirse a sus encantos que fue precisamente en ese rodaje cuando Sienna Miller quedó atrapada por ellos.
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La vida le sonreía al londinense también en lo personal, ya que había pasado página de su divorcio de Sadie Frost rápidamente, gracias a la irrupción en su vida de Miller, una joven modelo nacida en Nueva York pero criada en el barrio de Chelsea (Londres), a la que las principales publicaciones de moda anhelaban para sus portadas -incluso llegó a posar para el calendario Pirelli en el año 2003-.
Miller, además, había debutado como actriz a comienzos del nuevo milenio, faceta profesional que pronto se convirtió en la principal en su vida, especialmente desde su trabajo en la ya citada Alfie, y posteriormente en otras películas de éxito como Casanova (2005), junto al malogrado Heath Ledger.

Es difícil explicarlo con palabras, porque todavía en aquella la época las redes sociales y la información digital no marcaban la pauta como ahora en la sociedad, pero en los tres años que duró la primera etapa de su amorío, Sienna Miller y Jude Law fueron protagonistas absolutos de la ajetreada crónica social británica. También centraban mucha atención mediática fuera de las islas, porque sobre todo él era una de las caras más conocidas de Hollywood. De hecho, este seguimiento tan intenso que se hizo de la relación de ambos por la prensa explica la repercusión que tuvo el final de la misma, algo que tuvo lugar cuando el actor británico fue cazado in fraganti con la niñera de sus hijos, Daisy Wright -Law tenía entonces tres hijos de su matrimonio recién roto con Sadie Frost.
Aquello fue tan sonado que, aunque no se pueda demostrar a ciencia cierta, le acabó pasando factura en su carrera profesional como actor, que ya nunca volvió a ser igual de exitosa que hasta entonces. Después del escándalo, cada uno siguió su camino hasta que se reencontraron en Nueva York en 2009. Allí coincidieron trabajando en Broadway: ella en Miss Julie y él en Hamlet. No perdieron mucho el tiempo en aquellos tres años separados ni el uno ni la otra: a Jude Law le dio tiempo a tener un cuarto hijo, en este caso con la modelo Samantha Burke, mientras que Sienna Miller disfrutó de al menos dos relaciones públicas, una con el millonario Balthazar Getty y otra con el actor Rhys Ifans, famoso por ser el compañero de piso de Hugh Grant en Notting Hill -¡cómo olvidar aquellos calzoncillos!-, con el que se llegó a rumorear que incluso tenía planes de boda.
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UNA SEGUNDA PARTE CON EL MISMO FINAL
Pero los encantos de ‘Pío XIII’ son demasiado poderosos, casi milagrosos, a tenor de todas las mujeres a las que ha conquistado con ellos, y Sienna volvió a caer en sus redes. Sea como fuere, seguramente ayudados por el aire nuevo que la ciudad de los rascacielos les había aportado, la pareja se reconcilió e incluso se llegó a publicar en la prensa británica que se compraron una casa de lujo en Londres. Pero el Reino Unido fue la tumba de su amor de nuevo.
Dos meses les duró el amoren su nuevo nidito de amor a la pareja de ‘british’. Ese fue el tiempo que pasó desde que se hiciera pública la noticia de la compra de la vivienda de las palabras del representante de Law anunciando la segunda ruptura de la pareja, esta sí definitiva, y tomada, según se publicó aludiendo a fuentes anónimas cercanas a la pareja, de mutuo acuerdo. De mutuo acuerdo. Dos meses después de comprarse una mansión en Londres. Algo no cuadraba en ese relato, ¿verdad?

De haber sido una película y no una secuela de una historia real, habríamos pensado como espectadores que al guion le quedaba un giro final. Y hubiéramos acertado, aunque no por ello nos hubiera dejado de sorprender la magnitud del mismo. Quizá por eso se hizo esperar tanto. Hasta 2014, en pleno juicio por el escándalo de los pinchazos telefónicos ilegales del diario británico News of the World, tanto Law como Miller tuvieron que declarar por un mensaje que le fue interceptado a esta con dirección a Daniel Craig, el agente 007. "Hola, soy yo. No puedo hablar, estoy en el (club) Groucho con Jude. Te quiero", decía aquel mensaje del año 2005.
La actriz trató de quitarle hierro al asunto en su declaración, admitiendo un "breve encuentro" con él, pero no una relación duradera, argumentando que ella solía despedir así los mensajes hacia amistades cercanas como la del actor. Poco se habló de aquello en comparación con lo que se escribió sobre la infidelidad de Jude Law con la niñera, quizá porque ya llevaban tres años separados cuando se supo, pero de ser verdad el escarceo de Miller con Craig, estaríamos hablando de una infidelidad que sucedió en la dirección opuesta durante el mismo período de tiempo, durante su primer noviazgo.
Es imposible saber si en 2011 lo que desencadenó la ruptura fuera esto, pero sí es cierto que el caso News of the World estalló justo ese año, momento de la ruptura definitiva de la pareja. Fuera por esto o por cualquier otro motivo, lo que terminamos de creernos es el argumento de que lo dejaran "de mutuo acuerdo". La pena es que será difícil que nunca consigamos saciar nuestra curiosidad al respecto, puesto que parece altamente improbable que alguno de los dos confiese qué fue lo que realmente desencadenó su separación definitiva.