Tengo 27 años y estoy soltera, que no sola (ojo, son cosas muy diferentes). Sí, lo digo abiertamente. No tengo problema en hablar de ello... Y, como yo, miles de mujeres están en la misma situación, independientemente de su edad. Aunque hay quien todavía te suelta las típicas frases de... "Con lo guapa que eres, ¿cómo es que no tienes pareja?" o "¿Para cuándo el novio?". Te suena, ¿verdad? Sí, por desgracia todavía tenemos que aguantar ese tipo de comentarios inapropiados e innecesarios (porque no, por mucho que tu tío Manolo te presione cada cena de Nochebuena para que empieces a salir con alguien, eso no te hará cambiar de opinión). Sin embargo, y por suerte, a niveles generales la soltería dejó de ser algo mal visto a nivel social y, personalmente, ahora que San Valentín 2022 está a punto de llegar soy de las que piensa que el amor llegará cuando tenga que llegar. ¿Quizá es por eso por lo que aún me resisto a usar Tinder para encontrar pareja? Maybe, pero no es la única razón.

Las formas de conocer a alguien han cambiado (y mucho). Hoy en día es más probable que conozcas a tu futura pareja a través de Internet que en un bar, un museo o una fiesta. Y eso está más que demostrado. La era digital ha traído muchas cosas buenas, y aunque también malas, una de ellas es la de romper las barreras a la hora de conocer gente y poder relacionarse con aquellos que nos interesen. Vale, sí, aquí sale mi lado más analógico (o clásico, como quieras llamarlo) y es que yo, personalmente, prefiero conocer a las personas como antaño. Vamos, cara a cara. Sin embargo, entiendo perfectamente las ventajas que nos ofrecen ciertas plataformas en este sentido.
¿Qué busca la gente en Tinder?
Desde Tinder lo tienen claro: la generación Z (sorry, I'm millennial) es la que "está rompiendo el molde de la tradición y los tabúes al conocer gente nueva". Las citas son distintas y ya no están basadas en las típicas etapas preestablecidas, sino que son mucho más fluidas. Como dirían en el musical 'La llamada', "lo hacemos y ya vemos". Y en eso, amiga, tengo que reconocer que estoy totalmente de acuerdo con los directores de cine y con mis sucesores los centennials; aunque bien es cierto que solo en el buen sentido de las cosas como a la hora de dejarse llevar o de no poner barreras innecesarias.
Las emociones son más honestas y auténticas, mientras que las experiencias buscan ser actividades que rompan el hielo. Sin embargo, tal y como explican desde la app de citas, "hacen malabarismos con las contradicciones: buscan ampliar el espectro de las citas mientras se reducen a encontrar personas cercanas con las que salir".
Hace tiempo leí un artículo de la periodista Carmen Posadas titulado 'No lo conozco, solo nos hemos acostado' (lectura 100% recomendada). En él, la escritora habla de cómo hoy en día las personas jóvenes ven más comprometido tomar un café con alguien y charlar que irse directamente con esa persona a la cama. Y es que yo también me pregunto si el miedo al compromiso o la alergia a perderse algo mejor pueden ser las razones. Triste pero cierto.
Pero esto no solo es algo generacional. Independientemente de la edad que tengas, a la hora de relacionarnos con gente hay otro factor que ha influido directamente y es, cómo no, la (maldita) pandemia que, según explican desde Tinder, "ha ayudado a muchas personas a ver las cosas desde otra perspectiva". Ahora bien, esto no quiere decir que sea bueno o malo.
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Los usos de términos como "ansiedad" o "normalizar" aumentaron tras los meses de confinamiento. Esa tendencia hacia la honestidad se ha traducido en personas que buscan conocer gente nueva de forma activa pero que, más que una pareja, lo que quieren es "buscar a alguien sincero, auténtico y que sea fiel a sí mismo cuando están con él o ella", según una encuesta realizada por la famosa app. Por su parte, los límites se han vuelto mucho más transparentes o el hecho de "ver adónde va esto" se ha convertido en algo común.
En este sentido, los usuarios encuestados admiten tener menos expectativas en cuanto al futuro de su relación. Las frases "ver adónde va esto" y "estoy abierto a" alcanzaron máximos históricos en los perfiles de Tinder, reflejando la gran receptividad de los usuarios durante el año pasado (la expresión "ver adónde va esto" aumentó en un 19%, y "estoy abierto a", un 17%). En un estudio reciente realizado por la empresa se revela que casi el 50% de los usuarios de la app "no buscan ningún tipo de relación en particular". Y, por tanto, lejos de despertar las ganas de ir al altar, la pandemia ha hecho que la Generación Z busque relaciones más abiertas y fluidas. Pero, ¿esto se puede extrapolar a otras generaciones? Por supuesto que sí, aunque siempre habrá excepciones, por supuesto, en las que entrarán los anhelos de cada uno, la edad o la situación personal.
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Los días más "románticos" del año
El 2020 fue el año más activo en la historia de Tinder. En concreto, el 29 de marzo de 2020 fue la primera vez que la app superó los 3.000 millones de swipes (que es la manera de interactuar con alguien si te gusta, deslizando hacia la derecha) en un solo día aunque, tal y como explican desde la plataforma, este récord lo volvió a batir 130 ocasiones más a lo largo de ese mismo año. Por supuesto, más allá del confinamiento o el verano, el 14 de febrero, día de San Valentín, fue otra de las fechas marcadas en el calendario con más actividad por parte de los usuarios de Tinder. Entonces, ¿es cierto eso de que no nos gusta pasar solos este día? Pues parece ser que sí.
Las ventajas y desventajas del flirteo digital
Conocer a alguien a través de Internet tiene muchas ventajas, como puede ser el saber los gustos antes de conocerla en persona, sus aficiones, su manera de expresarse por escrito... Y, por supuesto, te aporta más seguridad a la hora de enfrentarte a una primera cita porque de alguna manera te puedes hacer una idea de cómo es el otro. Y si todo funciona y va viento en popa, ¿por qué no repetir? De verdad, conozco muchas parejas que han salido de un famoso match en Tinder, ¡y olé por ellas!
Ahora bien, el amor por la red también tiene alguna que otra desventaja. Seguramente en más de una ocasión hayas escuchado hablar sobre el famoso ghosting (cuando alguien desaparece de un día para otro), breadcrumbing (cuando alguien te da "migajas" de cariño para tenerte enganchada pero no piensa ir más allá contigo) o benching (cuando alguien tiene contacto contigo "por si acaso")... Todo esto es lo que Moderna de Pueblo engloba en "La tortura emocional del destrato" o cómo la otra persona de repente se toma la licencia de tener derecho a ser un malqueda, ya que está escondida detrás de un usuario y "esfumarse" es más fácil que nunca. Sin embargo, y por desgracia, es importante puntualizar que este tipo de actitudes cada vez son más frecuentes y sobrepasan las barreras digitales.
¿Es por este tipo de comportamientos por los que todavía me resisto a usar Tinder para encontrar pareja? Probablemente sí. Supongo que es el miedo a que me hagan daño y miedo a tener que soportar comportamientos que considero que no me merezco. Sin embargo, esto no es culpa de Tinder. Cada uno somos dueños de nuestras actitudes y de nuestra responsabilidad afectiva y emocional (que, en muchos casos, y si me permitís la licencia, es NULA).
Tinder es solo una app que nos pone las cosas más fáciles, y nosotros somos quienes decidimos cómo aprovecharla. Así que, como bien le digo a todas mis amigas cuando me animan a descargarme la app, no tengo nada en contra de Tinder y no descarto utilizarla, pero antes tengo que recuperar un poco la fe en la humanidad. O que la gente recupere la educación. No sé.
En conclusión, si te apetece, utiliza la app y disfruta (sobre todo disfruta), pero, por favor, haz un uso responsable de ella, sé sincera, honesta y piensa siempre en cómo pueden sentirse los demás.