La Forma del Agua es la película favorita para la 90 edición de los premios que concede la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas: los Oscar, vamos. Tiene 13 nominaciones entre las que encontramos 6 de las más importantes: mejor película, mejor dirección, mejor guión original, mejor actriz, mejor actriz secundaria y mejor actor secundario.
De las 7 nominaciones de las que gozaba de cara a los Globos de Oro, sólo se hizo con dos, y para algunos fue un fiasco; pero uno de las estatuillas fue a parar directa a las manos de Guillermo del Toro como mejor director.
LA DEBILIDAD DE HOLLYWOOD
Se habla estos días de la debilidad de la academia por los realizadores mexicanos. Si bien es verdad, últimamente, en anteriores ediciones suenan nombres de realizadores de su país vecino. Así podemos sumar a Guillermo del Toro, nombres como Alejandro González Iñárritu que ha estado nominado ya por Babel, El Renacido o la galardonada Birdman; y Alfonso Cuarón que lo estuvo en 2013 por Gravity.
¿PLAGIO O ROTUNDA COINCIDENCIA?
Desde el 1 de diciembre suenan ecos del plagio de del Toro con el guión de La Forma del Agua. Primero de un cortometraje holandés que trata sobre un ser de las aguas que es liberado de las manos de los militares por una limpiadora que trabaja en las instalaciones. Y segundo, hace unos días, lo acusaba el hijo del escritor Paul Zindel por plagiar una obra de teatro de su padre. En esta obra, una vigilante de unas instalaciones científicas se enamora perdidamente de un delfín al que tratará de liberar.
Afortunadamente todo se trata de una -¿terrible o magnífica?- coincidencia; y no altera nada los resultados de los premios y nominaciones. Aún a pesar de que el hijo de Zindel se esfuerza en su empeño por ser reconocido este supuesto plagio.
Veremos qué sucede con la favorita el próximo 4 de marzo en la esperada gala.