París es muchas cosas diferentes para mucha gente distinta: templo de la moda, inspiración de artistas y sueño de gastrónomos. Una Ciudad de la Luzen todo su esplendor. Y, a pesar de los últimos sucesos que han convulsionado la capital, el espíritu bohemio nunca se ha sentido con tanta fuerza. Abren nuevos restaurantes, florecen las tiendas y la alegría de vivir recorre terrazas y cafés. Como dijo Audrey Hepburn en la película Sabrina, ''París siempre es una buena idea''. Por eso, es probable que si no es ahora, muy pronto lo visites. Para que no te pille desprevenida te damos las claves para disfrutar de la capital francesa.
De compras
Si quieres hacerte con la mejor moda Tom Greyhound es para ti (819 rue de Saintonge). Otra de nuestras recomendaciones es Frenchtrotters, boutique en la que la madera es la gran protagonista decorativa y que esconde en su interior la cueva del tesoro de clásicos como las camisetas de rayas de A.P.C., las botas de cuero de Avril Gau o los vestidos florales de su propia línea (128 rue Vieille du Temple).
Si tu presupuesto es reducido acude a Marie Sixtine. La nueva tienda de esta firma, que nació hace ya seis años, vende piezas como vestidos-jersey, cárdigans XL (¡comodísimos!) o ajustados monos tan bonitos que no podrás creer que cuestan lo (poco) que cuestan (5 rue de Charonne).
Si prefieres apostar por la belleza vista Of My Cream, todo un centro de culto en el que disfrutarás de los mejores tratamientos personalizados (3 rue de Tournon).
Para hacerte con productos decorativos para tu hogar La Trésorerie es un imprescindible. Sillas de inspiración escandinava, vajillas rústicas con un toque provenzal, linos franceses… en esta tienda encontrarás lo necesario para decorar tu casa de ensueño (11 rue du Château d'Eau).
Si por el contrario buscas 'de todo un poco', Merci es una parada obligada ¿Solo tienes una tarde para ir de compras? No te arrepentirás si la pasas explorando entre accesorios, detalles para el hogar, productos de belleza, libros o ropa de hogar en esta tienda, ubicada en una antigua fábrica de papel pintado (III blvd. Beaumarchais).
En el momento de comprar regalos acude a Monoprix. Los parisinos son prácticamente adictos a esta megacadena de establecimientos donde encontrarás ideas para regalos a muy buen precio (por ejemplo, productos de Le Petit Marsellais) y exquisiteces culinarias (como la sal de Le Saunier de Camargue). Tú misma.
Los amantes de las antigüedades disfrutarán como nunca en Astier de Villate. Es muy fácil perder el sentido del tiempo aventurándote entre delicadas cerámicas, velas aromáticas y libretas hechas a mano que parecen salidas de otras épocas. Una tienda tan pintoresca como evocadora (16 rue de Tournon).
Dónde dormir
Mucho amor con un toque de diseño. Así es el Hôtel Saint-Marc donde convivirás con el art decó (36 rue Saint-Marc). Si prefieres apostar por algo más trendy el tuyo es el Hôtel Bachaumont. En su bar siempre lleno nunca para la fiesta (18 rue Bachaumont).
Barato y en el centro. ¿Qué más se puede pedir? Hablamos del Hôtel Dauphine Saint Germain, un tres estrellas con muchísima personalidad y una excelente relación calidad/precio (36 rue Dauphine). Para los más originales, el Off Paris Seine, primer hotel flotante de la ciudad (20-22 port d'Austerlitz). Y, por último, el Generator Paris la apuesta ideal para los amantes del interiorismo (9-11 place du Colonel Fabian).
Qué comer
El ''planazo'' es el siguiente: visitar los cafés con más encanto, los bares más concurridos y los lugares estrella de la vida parisina. Bullicio de noche y de día. ¿Nos sigues?
Comenzamos con Le Comptoir Général que combina coffee shop, galería y tienda vintage (80 quai de Jemmapes).
Para los amantes de los zumos: Wild & the Moon. La locura por la alimentación new age ha invadido este café del Haut-Marais, donde las plantas caen desde el techo y abundan los zumos orgánicos y los productos sanos y exóticos (55 rue Charlot).
Para el brunch tienes que ir a Holybelly. Algunos califican su menú como australiano; otros como americano. Pero todos coinciden en que los Bloody Marys especiados o las tortitas con mantequilla de bourbon casera con lo mejor de lo mejor (19 rue Lucien Sampaix).
¿Una pastelería? Si tenemos que escoger solo una, nos quedamos con Liberté. Tardarás años en quitarte de la cabeza el recuerdo de su tarta al limón. La pastelería está diseñada al modo industrial, así que podrás contemplar in situ como el chef, Benoît Castel, prepara sus golosas propuestas (150 rue de Ménilmontant).
Por la noche disfruta de unos cócteles en Artisan. Si quieres descansar un poco de la coqueta estética parisina, encamina tus pasos hacia este bar, de inspiración neoyorquina, situado en el área de Pigalle, muy de moda últimamente. En él econtrarás cócteles tan apetecibles como el Espadín Negroni o atrevidas combinaciones a base de mezcal (14 rue Bochart de Saron).
Cambiando de registro, no podíamos dejar de mencionar Clamato. Esta nueva estrella del universo Michelín (conseguida gracias al buen hacer del reputado chef Bertrand Grébau), tiene todos los ingredientes para convertirse en una cita memorable: luz tenue, rincones íntimos y platos de mariscos para compartir (80 rue de Charonne).
Para dar por acabado el día necesitas una buena cena en Balls (47 rue Saint-Maur) o en Hero (289 rue Saint-Denis). En este último descubrirás un ''instagrameable'' restaurante de estilo coreano que el talentoso equipo detrás del templo hipster Le Mary Celeste abrió el año pasado. Sus buñuelos de cerdo al vapor y su pollo frito, untado en abundante salsa chili, mantienen el libro de reservas a reventar desde su apertura (289 rue Saint-Denis).
Bocados sin gluten
El paraíso de la baguette se ha convertido en la meca de aquellos que renuncian al trigo. En estos cafés y pastelerías, nunca tendrás que decir aquello de “sans gluten, s'il vous plaît”.
Una bakery, de aspecto muy formal, considerada el buque insignia del movimiento gluten free. Así es Chambelland, nuestra primera recomendación (14 rue Ternaux).
Otra buena apuesta es Helmut Newcake, el lugar perfecto si quieres degustar unos deliciosos éclairs que se disuelven en tu boca (28 rue Vignon).
Y, para terminar, un pequeño local con mucho encanto: Thank You, My Deer. Éste es un café que ofrece menú de desayuno y almuerzo, en el que incluye platos de granola, gofres con cobertura de crema e incluso cerveza. Todo ello, faltaría más, libre de gluten (112 rue Saint-Maur).