Naomi Campbell y Joaquín Cortés, la exótica historia de amor que terminó con crónica de sucesos incluida

Primeros compases de 1997. A nivel mundial, es la década de las top model con Naomi Campbell a la cabeza. En España, un bailaor gitano es uno de los máximos exponentes de nuestra cultura, Joaquín Cortés. Además de un talentazo sobre los escenarios, ya se ha ganado la fama de sex simbol.

Los dos coinciden en Barcelona, en la apertura por todo lo alto del Fashion Café, situado en pleno paseo de Gràcia. Es una de las sucursales de la cadena hostelera de la que también eran socias otras celebrities del momento como Claudia Schiffer y Cindy Crawfordentre otras. El fiasco de aquel negocio fue histórico -se cerró al año y medio-, pero la fiesta de su apertura fue el germen del que salió uno de los romances más fogosos, surrealistas y desafortunados de la década. El de Naomi Campbell y Joaquín Cortés.

LA EXÓTICA RELACIÓN DE LA QUE TODO EL MUNDO HABLABA

Pura pasión. Tintes de tragedia griega. Todos los ingredientes en el caldero para que el fuego se descontrolara, hasta que así ocurrió aquel día en el que la historia se acabó con la isla de Gran Canaria como testigo. No hablaban el mismo idioma. Parece difícil que una relación fluya sin comunicación, aunque durante meses intentaron demostrarse lo contrario el bailarín y la modelo. Quizá compartían otro tipo de lenguajes universales. El de la industria del espectáculo, desde luego; pero no tenemos tan claro que en la intimidad este sirviera de mucho. De hecho, lo suyo acabó como el rosario de la aurora.

Tampoco se puede echar toda la culpa del fracaso de la relación a ellos dos. Las circunstancias tampoco ayudaron demasiado. Eran dos de los personajes más mediáticos del momento: en España, Joaquín Cortés ocupaba casi tantas portadas por sus conquistas amorosas de las que ocupaba por sus exitosos espectáculos alrededor del globo. A nivel internacional, no había un solo habitante en el mundo occidental que no conociera a la diosa de ébano, que encima ya había protagonizado alguno de los muchos escándalos que protagonizó en su juventud. La relación lo tenía todo para ser explotada mediáticamente. Exótica a más no poder, con dos de los jóvenes más exitosos y bellos de la época como protagonistas.

Naomi Campbell y Joaquín Cortés besándose

Allí donde daban un paso estaban los focos. Visto desde la lejanía, da la sensación de que era cuestión de tiempo que aquello estallara por algún sitio desgraciadamente. Lo que probablemente nadie esperara es que cuando llegara el momento, este fuera tan grave, una historia digna de un drama que acabó por sepultar todos los meses que estuvieron juntos, a excepción de los documentos gráficos que quedaron para el recuerdo.

UN FINAL CON SOBREDOSIS DE BARBITÚRICOS INCLUIDA

Y es que el día que lo dejaron definitivamente Campbell y Cortés dio, por sí solo, para crónicas de ámbito social y también de sucesos. Aquí tienes la prueba de lo segundo, recogida en el archivo histórico del diario El País, fechada a 16 de junio de 1997. De todas formas, ni en esta ni en otras crónicas de la época queda claro lo que de verdad ocurrió en aquel hotel de Gran Canaria. Quizá por eso es un episodio del que se ha escrito tanto. Es de esos que son propicios para la leyenda precisamente por la ausencia de testigos.

Regresamos en el tiempo más de 22 años. Al parecer, la fogosidad y el carácter indomable de la top model londinense tenía al límite al bailaor, que de pasión tampoco iba corto. Ambos llegaron juntos a Gran Canaria en los últimos días de la primavera del 97, apenas unos meses después de aquella noche en Barcelona en la que dejaron fotografiar por primera vez juntos.

Se alojaron en Las Palmas, en uno de los mejores hoteles de la capital de Gran Canaria, el Santa Catalina. Hasta allí se desplazó una ambulancia medicalizada después de las quejas de otros huéspedes del hotel. El motivo, Naomi Campbell, que acabó en el hospital Nuestra Señora del Pino de la isla canaria. El motivo concreto nunca se sabrá. La versión más light la dio el entorno de Campbell, pero parece que la realidad está más cerca de las teorías más dramáticas y duras. Estas apuntan a un intento de suicidio de la modelo, que habría ingerido las drogas suficientes como para quitarse la vida.

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Según las crónicas consultadas, apuntan que los profesionales médicos del hospital tuvieron que someterla a un lavado de estómago. Estuvo, siempre según lo publicado en la época, casi 24 horas ingresada, y una vez le dieron el alta le llevaron directamente al aeropuerto. Voló de la isla ese cuerpo escultural, pero la leyenda quedó para siempre entre las tierras volcánicas de Las Palmas.

Aquí podríamos haber terminado la historia, entre otras cosas porque ese cierre tan novelesco lo merece, pero hay un detalle del que se habló poco en aquel momento que nos ha llamado la atención poderosamente: en aquel día de ingreso de Naomi casi completo en el hospital, Joaquín Cortés apenas estuvo junto a ella unas horas porque tuvo que cumplir con un compromiso profesional -tenía una actuación en el teatro Pérez Galdós-. Cada cual que juzgue, simplemente es reseñable como para destacarlo, sobre todo porque en la época se pasó de largo.

Afortunadamente para la historia, esta no acabó en tragedia. Naomi se recuperó de aquello, y también de todo lo que le vino después, que no fue poco, mientras que en lo que respecta a su relación con Cortés, al menos la escena final que pudieron captar las cámaras de ambos fue un cariñoso abrazo en un reencuentro fugaz que se produjo en la isla de Capri allá por el año 2002. Pocas veces una relación tan corta dio para tanto. Auténticos genios y figuras. Dos estrellas con mayúsculas, con todo lo que ello conlleva, también la leyenda.