McGee & Co.
Hoy es uno de esos días en los que una inmensa capa de nubes ambulantes cubre el cielo por completo, no se vislumbra ni un pequeño parche de color azul. Según el hombre del tiempo puede que llueva, granice o los truenos y relámpagos jueguen a ser estrellas del rock. Hoy es uno de esos días, en el que en otras circunstancias, nos quedaríamos en casa por placer y no por mandato o responsabilidad, sentados en un cómodo sillón de terciopelo verde, como aquel que aparecía en Continuidad de los parques de Julio Cortázar, leyendo nuestra novela favorita o simplemente escuchando el repiqueteo de la lluvia en el alféizar.
Parece inevitable (y más aún estando confinados) pensar en cómo sería nuestra casa ideal, dónde estaría y cómo la decoraríamos. Tal vez algunos, entre maratones de películas y horneados de postres caseros, se imaginen cómo dar un giro a la apariencia de su apartamento y otros, aquellos insatisfechos, sueñen con su futura propiedad.
Realmente no se necesita demasiado a la hora de decorar una estancia, lo mejor, a no ser que sientas una predilección pasmosa por el estilo victoriano, es alejarse del horror vacui, el barroco y el rococó, evitar toda ornamentación exagerada o movimiento recargado.
La clave reside en elegir muebles y elementos decorativos con mesura, no es necesario llenar un sofá de cojines y mantas, un aparador de retratos, candelabros y jarrones, los suelos de alfombras, el salón de asientos, mesas y vitrinas y las paredes de cuadros, espejos y tapices. Es común que esto pase cuando compramos decoración simplemente porque nos gusta sin pensar dónde ponerlo o si es necesario. Así, solo conseguimos llenar la casa de piezas sin sentido y arrepentirnos poco después.
En cuanto a interiorismo se refiere, es preferible optar por muebles, objetos y arte de calidad, piezas especiales y con carácter que duren toda una vida (o tres) sin deteriorarse. Lo mejor es optar por materiales nobles como la madera o la piedra, elegir cristal antes que plástico, tejidos como la lana, el algodón, el bambú, el yute o el sisal antes que el poliéster, el polipropileno o la poliamida. Menos es más y calidad antes que cantidad.
Algo tan simple como un jarrón con flores naturales puede vestir enormemente el salón. Así como un cuadro llamativo en la pared, una lámpara de techo de grandes dimensiones, cerámica colorida, una mesa de comedor singular o un mueble de estética vintage.
En esta selección están incluidos los 17 muebles y objetos decorativos que necesitas para tener una casa de revista.