El calor aprieta y las ciudades se convierten en cárceles de hormigón y las piscinas municipales se convierten en una de las soluciones para sobrevivir a la brutalidad calórica del estío, al golpe de calor. Y nosotros ni lo dudamos. Necesitamos refrescarnos en las jornadas más calurosas.
Las piscinas son el lugar ideal para estos días. Pasar el día en ellas, inclusive unas horas, te regala una píldora vacacional que te hace la espera a las tan esperadas vacaciones mucho más llevadera.
Pero como en cualquier lugar, la piscina tiene sus riegos o, digámoslo de otra manera, sus más y sus menos. Peligros, miedos, mentiras e historias inventadas que dan a la piscina un empaque de curiosidad, en la gran mayoría de las veces, fundamentadas en la propia risa.
Os dejamos algunos ejemplos de mitos y leyendas que rodean el momento del baño en una piscina. Hablar y reír con ellos, es un tema muy común para los bañistas más piscineros.
Así que no te creas todo lo que te cuenten sobre las piscinas. Las leyendas se multiplican por las estupideces que somos capaces de inventar. Se han cerrado piscinas por residuos fecales humanos, se han cerrado por apariciones de cocodrilos…
Tantas leyendas urbanas como como la imaginación del ser humano permita.
Pero no dudes en solucionar tu día soporífero con un buen baño en la piscina municipal o privada que más cerca tengas.
¡Disfruta del baño!