No nos engañemos: la mayoría de los propósitos de Año Nuevo ya se han convertido en un fracaso total (y lo hemos dejado pendiente para el año que viene). Tantos se han vuelto cliché: perder peso, comer sano o hacer ejercicio y casi todos vuelven a la misma lista año con año.
Pero ahora, en vez de hacer propósitos (in)alcanzables para el 2018, haz "planazos" (olvídate de la palabra "propósitos") realistas, concretos y a tu gusto, ya sea viajar más o descubrir los rincones de la ciudad en la que vives. Así evitarás el sentimiento de culpa por no haber cumplido con la lista de planes que tenías.
Para empezar, anota los pasos que necesitarás hacer para cumplir cada plan. Divídelos en metas semanales (por ejemplo un capricho como el de Lindt), mensuales (ir a este restaurante de moda sobre el que todo el mundo ha estado hablando) y anuales (aquel viaje a Ibiza o Alemania que tanto tiempo llevas queriendo hacer). Para cada plan que quieras hacer, necesitarás elaborar un presupuesto y empezar con un plan de ahorro. Sí, no será nada fácil pero estarás más motivada y empezarás a gastar el dinero de una forma más racional. Haz cosas por ti, apuesta por lo que te gusta y te hace feliz. Y así, harás que este año de verdad sea inolvidable.
Fíjate las metas que quieras alcanzar y haz que este nuevo comienzo se convierta ahora en el foco central de tu vida.