En tu maleta de este verano no puede faltar un libro (incluso dos). Elijas el formato que elijas y vayas a donde vayas, ha llegado el momento de reservar tiempo para sumergirte en historias apasionantes y/o apasionadas que llenarán tus horas de ocio. Te traemos varias sugerencias de riguroso estreno. ¡Quédate con la que más te enganche!
La señora Stendhal, de Rafel Nadal (Editorial Planeta). Muerta su madre, víctima de una bala perdida en la guerra civil, Luc se queda al cuidado de la señora Stendhal. Con ella rehace su vida y comienza el proceso de madurez… hasta que el bando ganador empieza a saldar cuentas.
Ella lo sabe, de Lorena Franco (Ediciones B). ¿Te acuerdas de La ventana indiscreta? ¿James Stewart espiando a sus vecinos tras las cortinas? Pues a la protagonista de este libro, Andrea, le pasa algo similar tras recibir la visita de Víctor, su cuñado: un día, cotilleando desde la ventana, ve a María, una de sus vecinas, subirse al coche de Víctor. Él vuelve, pero ella no…
El dios de nuestro siglo, de Lorenzo Luengo (Seix Barral). Daniella está embarazada. Y hace mucho, mucho calor. Pero lo peor es que, como detective que es, se ve obligada a investigar la desaparición de tres niños en una ciudad de clase alta donde no todo es tan ético ni “limpio” como parece.
En un bosque muy oscuro, de Ruth Ware (RBA). Nora y Clare eran amigas, hasta que dejaron de verse y la conexión se perdió. Pero un día, la primera recibe una invitación para asistir a la despedida de soltera de la segunda, fiesta que se celebrará en una casa rural en medio de un profundo bosque. Y, sí, lo has adivinado, algo va a salir muy, pero que muy mal.
Agua salada, de Charles Simmons (Errata Naturae). La editorial Errata Naturae está apostando por grandes obras y autores, así que no la pierdas de vista. Esta novela en concreto, arranca con una frase épica. “Era el verano de 1963. Yo me enamoré y mi padre se ahogó”. El protagonista es Michael, un chaval de 15 años que vive sus vacaciones junto a sus padres en una isla perdida del Atlántico. Todo parece tranquilo hasta que el amor y la pasión lo trastocan todo.
El turista perpetuo, de Harkaitz Cano (Seix Barral). Un libro de relatos orquestados en torno, sobre todo, al agua. En sus diferentes variantes: mar, playa, piscina… Hay suspense, hay humor y hay apasionantes lecturas breves para hacerte compañía en la orilla.
Las lágrimas de Claire Jones, de Berna González Harbor (Harbor). ¿Todavía no te has enganchado a las aventuras de la comisaria Ruiz? Pues ya estás tardando. En esta ocasión, María Ruiz pasa los días en Soria donde siente que no ocurre nada. Pero un viaje a Santander para visitar a su amigo Carlos le hará enfrentarse a un nuevo caso: el de una chica aparecida muerta en el maletero del coche, donde la policía también descubre un ejemplar de The Times de 1998.
Antimanual de autodestrucción amorosa, de Marita Alonso (Aguilar). La periodista Marita Alonso habla de amor y de sexo, elaborando un antimanual basado en sus nefastas experiencias en la materia. Sin trampa ni cartón. Y es que el amor, casi nunca, es como lo pintan…
El ejecutor, de Geir Tangen (Reservoir Books). No podemos cerrar el listado sin una supernovela de intriga. Tangen cuenta la historia de un periodista atormentado por un suceso del que tuvo que escribir en el pasado y que le persigue hasta la actualidad. Intenta sobrevivir a los recuerdos hasta que un asesino comienza a mandarle mails donde detalla las muertes que está a punto de acometer. No podrás dejar de leer.