Como en casa, no; aún mejor. Pero vayamos por el principio porque si te decimos Iznájar, quizás no te venga nada a la cabeza. Aunque si te contamos que está en la provincia de Córdoba (en realidad prácticamente equidistante de Córdoba capital y de Málaga, incluso de Granada), tal vez te vayas haciendo un cuadro de casas blancas, campos de olivos y flores en los balcones. Y te des cuenta de que National Geographic tiene toda la razón: Iznájar es el pueblo de mes.
El pueblo del mes de mayo según National Geographic: Iznájar.
En su afán por llevarnos a lugares casi desconocidos de nuestra geografía pero que gozan de una belleza singular, National Geographic ha reparado en Iznájar, cuya estética recuerda a la de los pueblos blancos andaluces y que además suma un embalse (al que muchos tildan de “lago de Andalucía”) y un castillo muy bien conservado. Nada que ver con Trujillo, la apuesta de la revista del mes de abril.
Allí, justo en su casco histórico lleno de calles empinadas, se esconde Casa Las Tinajas. El origen del edificio data del siglo XIX y, dentro, conserva alguno detalles muy de esa época, como los suelos hidráulicos o la escalera, y varios objetos de decoración, incluidos aquellos (las tinajas) que dan nombre al alojamiento.
D.R.Habitación de Casa Las Tinajas
Casa Las Tinajas: el hotel que tienes que descubrir en Iznájar
Y es que sí, aquí hay tinajas que estuvieron ocultas en el subsuelo hasta que la obra hecha para habilitar la edificación las desenterró. Hoy son el atractivo principal de un espacio que recuerda a una cueva y cuyo uso se ha destinado a bodega, convirtiéndose en uno de los atractivos de la ya famosa Casa.
En cuanto a las habitaciones, solo dispone de ocho, amplias y con aire acondicionado, pero se ocupan pronto, así que conviene reservar. ¿Que el calor aprieta? No pasa nada, porque Casa Las Tinajas cuenta con un coqueto patio andaluz que encierra sorpresa en forma de una pequeña piscina ideal para un chapuzón en cuanto las temperaturas suben.
D.R.Patio andaluz con piscina de Casa Las Tinajas.
¿Qué ver en Iznájar?
Lo mismo necesitarás ponerte un rato ‘a remojo’ si quieres recorrer esa maravilla que es Iznájar, cuyo distintivo es precisamente su privilegiado enclave: en una colina sobre el arroyo Priego y el Río Genil. A este cuasi milagro de la geología se une su embalse, en el que está permitido el baño (vete a la zona conocida como playa de Valdearenas) y la práctica de deportes como el paddle surf y diferentes disciplinas de remo.
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El senderismo es otro de los atractivos de la zona, aunque si lo que de verdad te apetece es caminar, nada mejor que hacerlo por las preciosas calles –empinadas, estás avisada– de este pueblo cordobés.
Imprescindible subir al castillo, cuyas primeras referencias datan del siglo VIII y que fue rehabilitado en el 2007 para acoger visitas (la entrada de adultos cuesta 2 €). Las vistas desde allí son impresionantes, pero el interior tampoco se queda atrás gracias a las piezas de época distribuidas en sus estancias y a un aljibe extraordinariamente bien conservado.
D.R.Bodega de Casa Las Tinajas
Otros secretos de Iznájar (restaurante top incluido)
Además, apunta estos otros nombres en tu agenda de viaje: el patio de las comedias, el museo de Artes y Oficios y el Museo Urban Knitting, que son gratis. Y para comer, ten en cuenta este mesón: se llama Mesón Abuela María y te sorprenderá que un pequeño pueblo andaluz se esconda un restaurante como el que te aconsejamos, con platos de los de la tierra de toda la vida pero a los que añaden un original twist ultramoderno.
Ojo porque no escatiman en cantidades. El lugar perfecto para un refrigerio contundente después de recorrer uno de los pueblos más bonitos de toda Andalucía.