Mañana mismo conoceremos a los ganadores de la 32 edición de los Premios Goya. Una gala conducida por dos hombres, Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes, que prometen dar lo mejor de su toque chanante y apoyar con humor al movimiento feminista, como al parecer ha solicitado la Academia del Cine Español.
Una petición impulsada tras conocerse las nominaciones, que de nuevo han defraudado las expectativas respecto al papel de la mujer en esta industria y sus consiguientes galardones, como se ha podido comprobar en las redes sociales. Una reivindicación que, de tan repetida a estas alturas, muchos se preguntan por qué no es ya una realidad.
Las reivindicaciones feministas se han sucedido a lo largo y ancho del año pasado, y es algo que ya no se puede frenar, porque sería equívoco, deshonroso y antinatural. La paridad entre hombres y mujeres se lleva gritando desde hace mucho, pero parece que ahora ha logrado filtrarse hasta en las conciencias más impermeables.
Mujeres de gran calado han aprovechado las diversas ceremonias de entrega de premios para expresar su parecer, como es el caso de Oprah en los Globos de Oro, y pedir lo que es suyo y lo que ya viene llegando tarde. Y diferentes movimientos han dado visibilidad a asuntos soterrados y sujetos por la fuerza del patriarcado. Estas manifestaciones, aupadas sobre hashtags como #MeToo, suponen un gran avance.
#MÁSMUJERES PARA ESTA GALA
En la misma línea, la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA) ha preparado una acción con la que repartirá abanicos rojos con el lema #MásMujeres para pedir una mayor presencia femenina en los puestos de relevancia en la industria del cine.
Una propuesta que nos remite a la que se llevó a cabo en los Globos de Oro y los vestidos negros o las rosas blancas de los Grammy.