No, Madeira no está tan lejos como puedes pensar. Y te lo vamos a demostrar. Para empezar, TAP Portugal (flyptap.com) tiene varios vuelos diarios a Lisboa, a 1 hora de Madrid y hora y media de Barcelona. De ahí, el vuelo a Funchal, la capital de Madeira, dura apenas hora y media. La isla, con un clima muy benévolo durante todo el año (más o menos como en Canarias, para que te vayas haciendo una idea) sorprende por su acogedora capital y sus maravillosos alrededores, perfectos para hacer senderismo (las populares rutas conocidas como levadas). Pero antes de irte más lejos, lo ideal es que conozcas lo mucho y bueno que puedes ver en Funchal. Empezando por las pintorescas calles que componen su centro, bordeadas por un enjambre de casitas (ojo, el pavimento está adoquinado, así que lleva zapatos cómodos). Una de las ruas más bonitas es la de Santa María, repleta de restaurantes, tiendas y con una peculiaridad muy llamativa: varias de las puertas de las casas que aquí verás están pintadas, a modo mural, por artistas locales. Todo un lujo para los sentidos. Otra que no te puedes perder es Fernao de Ornelas, donde están todas las grandes tiendas, las de lujo, pero también otros establecimientos no menos interesantes. Aquí podrás llevarte los mejores recuerdos, como las telas bordadas a mano, o degustar el omnipresente bolo do caco, un pan riquísimo, untando con mantequilla de ajo y perejil, que es el aperitivo por antonomasia de la isla.
Apunta también en tu agenda la Avenida Arriaga, un paseo entre edificios antiguos (algunos decorados con los azulejos que verás a lo largo y ancho de la isla), y donde está, por ejemplo, el banco de Portugal, cuya sede es un pintoresco edificio histórico. Si sigues andando acabarás topándote con la catedral, de estilo gótico y con cinco siglos de antigüedad. Saca la cámara porque es parada obligada.