Indaga en nuestra selección de restaurantes madrileños para probar las mejores torrijas.
La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y, a sabiendas de que este año las festividades van a ser algo distintas debido a las restricciones de movilidad, nos hemos puesto manos a la obra para que puedas pasarlo como nunca sin necesidad de moverte de la ciudad. Seas de la capital o de fuera, estarás de acuerdo si te decimos que Madrid da para mucho y que no vas a tener tiempo para aburrirte. Pero, por si no se te ocurren planes originales que te hagan evadirte de la rutina, te invitamos a seguir una de las tradiciones gastronómicas de Semana Santa: comer torrijas. Para aquellas que no sepáis de qué se trata, es un dulce hecho de pan remojado, albardado y después frito. Pero, ¿Dónde está su origen? Si las torrijas fuesen una prenda de ropa serían esas piezas fondo de armario que tanto adoramos. Puede que por eso sean consideradas uno de los postres más antiguos.
Alrededor del siglo XIV ya se hablaba de las torrijas y es que, por aquel entonces, hay quienes dicen que se creía que el consumo de leche ayudaba a estimular la secreción de leche en las mujeres, por aquello que se decía de que "lo que se come se cría". Es por ello, que con el paso de los años, las torrijas siguieron ligadas a los nacimientos, incluso se ofrecían tanto a la madre como a los invitados que acudían a conocer al bebé para celebrar que no había habido ninguna muerte durante el parto.
También se dice que durante siglos fue el alimento de los más pobres, pues únicamente estaban hechas de pan y leche. Una receta que abundaba en épocas de pocas exquisiteces. Sin embargo, existían -y lo siguen haciendo- otras elaboraciones, algunas que incluían el azúcar de caña, alimento que al principio solo se podían permitir algunos. Cuando todo el mundo comenzó a acceder a ellos, este postre dejó de servirse en ocasiones especiales. En cualquier caso, todas las recetas de torrijas que llevamos a cabo hoy día aparecieron hace mucho tiempo.
El hecho de ser de elaboración sencilla, hizo que fueran perfectas para Cuaresma, para los días en los que se prohíbe a los fieles el consumo de carne. ¿Será esa la verdadera vinculación de las torrijas y la Semana Santa? Aunque haya distintas versiones de las costumbres que envuelven a las torrijas -desde sus inicios- y no se sepa con certeza cuál de ellas es la correcta, este año las esperamos con más ganas que nunca.
¡TOMA NOTA DE LOS RESTAURANTES (DE MADRID) EN LOS QUE PROBAR LAS MEJORES TORRIJAS!