Si hay una escena mítica en una película, Kill Bill, repleta de ellas es la de Uma Thurman escapando del hospital, sentada en la parte de atrás de un coche, intentando recuperar la movilidad de sus piernas. Y como todo en la vida, empezaba por un pequeño gesto: mover el dedo gordo.
Una práctica a la que también se apunta Alexa Chung. En su caso ha ocultado sus pies (sabemos de las dificultades para tenerlos 100% bonitos) con unos calcetines taba, los tradicionales japoneses de dedo dividido o individual, que separan el dedo gordo para poder llevar las sandalias zoris o geta. Ánimo, Alexa: "Mueve el dedo gordo".