Mina El Hammani: "Mi sueño es acabar de construir una casa a mi madre en Marruecos. Solo queda terminarla”

El Interando: Las Cumbres estrena su tercera temporada el 7 de abril en Prime Video (y se presenta como uno de los estrenos del mes de abril). Será la última. “No puedo contar apenas nada, pero va a haber muchas sorpresas”, nos adelanta Mina El Hammani (Madrid, 1993), que interpreta a Elvira en la serie producida por The Mediapro Studio.

“Estoy muy contenta con el final de mi personaje, aunque también me da pena por los compañeros con los que he trabajado, que son maravillosos. Pero, bueno, se trata de etapas por las que hay que pasar y al final lo que te quedan son amistades que te dan sinergias muy bonitas.”

Te conocimos en El Príncipe y te redescubrimos en Élite. A toro pasado, ¿qué te viene a la cabeza cuando piensas en ambas series? El Príncipe fue mi primer proyecto. Tenía 20 años y trabajaba por la mañana y estudiaba por las tardes. Hubo un momento en esa serie en la que me dije: “me siento actriz”. Recuerdo que rodé una escena, fui a la escuela de interpretacion y se lo solté a mi profesor, Iñaki: “Creo que hoy sé lo que engloba esta profesión: muchísimo sacrificio y estar muy atento a todo lo que te rodea a nivel laboral”. A Élite también la recuerdo con cariño. De hecho, ayer bajé al trastero a recoger ropa y me encontré con la chaqueta que llevaba en la serie, que me la quedé y todavía me la puedo poner (risas). Veo algún capítulo y me emociono; fueron muchos años. Nadia, mi personaje, va a estar siempre conmigo porque me lo ha dado todo.

Duarte Madrid. Vestido largo semitransparente; (duartemadrid.com).

Te costó asumir la fama. ¿Has conseguido ya ‘adaptarte al medio’? He necesitado muchas conversaciones con mucha gente, escucharme a mí misma.... Obviamente, he tenido mis momentos de ansiedad, pero ahora, con casi 30 años y todo lo que he vivido, me dejo llevar. Sé quién soy y eso me vale. Durante el boom de Élite vivía con la inseguridad de que todo tenía que ser perfecto y no podía decir lo que realmente pensaba por el qué dirán. Ahora todo fluye, pero porque ha pasado el tiempo y he evolucionado como mujer.

Prada. Abrigo de organza combinada con detalle de encajes; (prada.com).

En varias entrevistas has hablado abiertamente del bullying que sufriste en el colegio por tus características racializadas. Tras las noticias que nos han llegado en los últimos días, no sé tú, pero yo creo que poco hemos avanzado.... Cuando salta una notica sobre bullying la gente habla mucho y, sin embargo, hacemos poco para solucionarlo. Creo que es importante que haya debate en las escuelas, que los directores de los colegios no echen balones fuera porque también es su responsabilidad. En casa, los padres tienen la obligación de educar a los hijos, pero en los institutos y colegios los profesores son los que deben tomar medidas. Me da mucha lástima y mucho miedo que personas jóvenes decidan morir por no sentirse queridas, amparadas o no poder vivir la vida como les da absolutamente la gana. Y luego está el tema de la sanidad pública: yo puedo permitirme pagar 60 euros a un psicólogo, pero si quieres que te den cita en un centro público, espérate tú un año....

Cuando has estado sin trabajar, ¿a qué truco de supervivencia te has agarrado? Al mismo que cualquier aspirante a actriz: ser camarera. A mí me vino muy bien poder vivir de ello. Creo que todo es aprendizaje. Si tienes claro lo que quieres hacer en la vida, mientras no puedas vivir de ello al cien por cien te tienes que buscar otros trabajitos que te mantengan. Y a mí me encantaba ser camarera porque la gente me contaba su vida. Soy muy fan de escuchar. Además, trabajaba en la plaza de Santa Ana y venían muchos extranjeros, así que también aprendía inglés.

Todo bueno. Mi peor experiencia fue en el McDonalds. Estuve durante cuatro meses y la gente se ponía muy arisca. Yo siempre lo digo: si te portas bien con quien te está atendiendo, seguro que te va a servir un poquito más de chocolate en el helado. Tenedlo en cuenta (risas).

Ferragamo. Vestido largo semitransparente; (ferragamo.com).

Has montado una productora, Quiet Productions. Hemos producido ya el corto Rubio cobrizo, dirigido por Pablo Quijano y protagonizado por María Barranco y Elisa Matilla, que me parecen majísimas y dos pedazo de actrices. Con Quiet queremos generar cambios en la industria, contar historias que yo quiero contar y ver. El público es superinteligente y está cansado de ver siempre lo mismo. Nuestra intención es ir poniendo una semillita en la industria y también intentar levantar proyectos de otros que necesiten un empujoncito. Nos ha pasado con El monstruo de la fortuna, de Manuel Castillo, otro corto y mi primer proyecto de época.

Tú, que eres una actriz hecha a ti misma, ¿qué opinas del fenómeno nepo baby? A nivel interpretativo, el dinero es apoyo y, obviamente, no vas a tener problemas para lograr una formación completa, pero luego se verá si eres capaz de desarrollar un personaje. Otra cosa es la moda. Por ejemplo, a mí me encanta Bella Hadid, que viene de una familia de clase alta y se lo ha currado mucho. Eso se ve. Los nepo babies siempre interesarán porque son nombres y eso le viene bien a todos, desde las pasarelas a las revistas.

Dsquared2. Vestido de lentejuelas con cremallera y tirante asimétrico lencero; (dsquared2.com).

Hablando de pasarelas, ¿cuál es tu diseñador favorito? Yves Saint Laurent me gusta mucho. Cada vez estoy más puesta en moda. Antes me generaba cierto rechazo porque sentía como si me estuviera disfrazando; no era algo con lo que me identificaba. Pero han pasado los años, he hecho muchos shootings y he conocido la parte artística. Y me encanta.

Prada. Vestido de organza con encajes y culotte negro de canalé; (prada.com).

Mina, ¿cuáles son tus sueños más inmediatos? Irme un mes a Los Angeles, aprender inglés y ver cómo se respira allí a nivel laboral. Y acabar de construir una casa para mi madre en Marruecos, un proyecto que empecé a gestar desde El Príncipe. Ahora solo queda terminarla. Me da pena que mi padre, quien falleció hace dos años, no la pueda conocer, pero ver feliz a mi madre me da mucho gusto. Lo que ahora me importa es que puedo comer, yo estoy bien, mis gatos están bien y mi familia también. Con eso es suficiente.