Michelle Salas (Ciudad de México, 1989) se convirtió en celebrity desde su nacimiento. Su madre es la cantante y actriz mexicana Stephanie Salas y su padre, el cantante Luis Miguel, el Sol de México, quien no la reconoció –al menos públicamente– hasta que ella tenía casi 20 años. Hoy, la relación con su padre bien, gracias, pero Michelle se ha hecho famosa por sí misma. Por su trabajo como modelo e imagen de firma (a su paso por Cannes vestida de Atelier Pronovias nos remitimos), pero también por su cuenta de instagram, donde atesora cerca de dos millones de seguidores.
D.R.Michelle Salas vestida de Atelier Pronovias en Cannes.
Semejante bagaje la ha catapultado a lugares como la alfombra roja del último Festival de Cannes (no es la primera vez que asiste, por cierto), sobre la que ha paseado con un vestido que ha requerido más de 25 horas horas de patronaje y 50 de confección. “Este es mi segundo año colaborando con Pronovias”, nos cuenta Michelle desde la ciudad francesa y todavía con la ‘resaca’ de tantos focos y cámaras dirigidos a su persona. “Mi experiencia con la firma siempre ha sido la mejor. Me siento muy afortunada de poder colaborar más. El equipo me ayudó a diseñar el vestido que he lucido en esta ocasión y no puedo estar más feliz con el resultado.”
D.R.Michelle Salas vestida de Atelier Pronovias en Cannes.
Identificada completamente con el estilo de Pronovias (“pueden ser elegantes y clásicos, pero también modernos y minimalistas”), nos cuenta que entre los looks ajenos que ha podido ver en esta edición, el de Natalie Portman, cortesía de Dior, la tiene absolutamente fascinada: “Amo su elegancia y lo femenina que es”, dice acerca de la estrella de Hollywood. Y mientras Portman es uno de sus referentes de estilo, su madre, Stephanie Salas, ejerce de baluarte fundamental. “Tenemos una relación increíble”, afirma. “Es mi madre, pero también mi mejor amiga y mi confidente. Cuento con ella para todo. Nos encanta disfrutar de buenas ‘pláticas’ en comidas y cenas y es quien me da los mejores consejos”.
Según afirma la prensa mexicana, Michelle prepara ya su boda con el empresario Danilo Díaz Granados, pero ella nos insiste en que es su cuenta de Instagram la que le ocupa gran parte de su tiempo: “Trato de no estar todo el día con el ‘celular’, pero es casi imposible, ya que la mayoría de las cosas que tengo que hacer son ahí. Ya sea contenido edición, llamadas, emails… Los fines de semana trato de desconectar más y estar presente en el momento. Me parece que es sano tener un balance”. Ahora mismo, tres personas (contándola a ella) trabajan en lograr el post perfecto, aunque depende mucho del proyecto (“algunas veces me hago las fotos hasta yo misma y otras tengo un fotógrafo profesional”).
Michelle, que conoce muy bien Madrid –nos confiesa que le encanta el restaurante O’Pazo– es una prescriptora de moda que, sin embargo y para nuestra sorpresa, opina que no tiene estilo definido. “Me encanta jugar con varios estilos e inspiraciones”, explica. “Le hago mucho caso a mi instinto y a cómo me siento cada día. Últimamente me inclino por ir cómoda, aunque también puedo ser la más girly o supertomboy”. ¿Y qué otras cosas le gustan? Se inclina por “cocinar, hacer ejercicio, ir al spa…. Y tomar vino”, concluye entre risas.