La mayoría la conocemos por interpretar a Carrie, aquella columnista sexualmente liberada que triunfaba allá donde pisaba y su hábitat era, nada más y nada menos, que la Gran Manzana. Los estilismos que utilizaba en cada episodio se escaneaban al detalle y suponían una nueva fuente de inspiración para el resto de mortales. Junto con Samantha, Miranda y Charlotte (sus tres amigas) vivía casi a diario peripecias, con risas y lágrimas, que (casi) todas envidábamos. Así fueron las seis temporadas de la serie que le lanzó al estrellato, Sexo en Nueva York.
Pero antes de este punto de inflexión en su carrera, Parker fue una niña que con 15 años triunfó en Broadway (con la pieza de teatro, Annie), y que al principio parecía que su apuesta estaba centrada en los largometrajes como El retorno de las brujas o El club de las primeras esposas (donde por cierto, conoció a su actual marido, con el que comparte tres hijas). En 1998 llega Sex in the City, y la vida le da un vuelco. Doce años después de que termine la serie, está lanzando su propia serie, Divorce (que la puedes disfrutar en HBO España), y a su faceta de actriz (en 2011 apareció junto con Angelina Jolie, como la mejor pagada, según Forbes), se ha convertido en empresaria.
Además de haber lanzado varios perfumes bajo su firma, en 2014 se alió con la marca Nordstrom para crear su primera colección de zapatos (la amante por antonomasia de los 'manolos' tenía que tener su propia línea). Tras ello, llegó la marca propia de la actriz, SJP Collection, donde además de zapatos, vende LBD, accesorios y otras piezas de ropa. ¿Lo último? El pasado 8 de diciembre se inauguró su primera boutique propia, en Washington DC.
Sin duda, una mujer que se ha hecho a sí misma, que sigue triunfando allá donde va (como en nuestro país, en la presentación de su serie), y que supone un ejemplo de reinvención excelente (ha sabido ser una artista de renombre, y ahora sigue destacando en los nuevos proyectos que se aventura).