Las elecciones de Francia han puesto en primera plana al matrimonio formado por Brigitte y Emmanuel Macron, una pareja que rompe con los convencionalismos. Descubrimos, sin entrar en lo político, a la nueva Primera Dama de Francia. Su estilo moderno (con abrigos de plumas, faldas evasé, pitillos, tacones de aguja y looks informales) se salta los (típicos) tópicos sobre lo que debe llevar o no una mujer a partir de cierta edad, y nos encanta. Un rostro que se suma a la ruptura de las barreras generacionales.
Brigitte y Emmanuel se conocieron en los años 90, cuando ella tenía 39 años y ejercía como profesora de francés y del taller de teatro en un instituto de Amiens. Allí conoció a Emmanuel, de 17, y según las palabras del propio presidente se enamoró al instante. "Hagas lo que hagas, me casaré contigo", le declaró a su profesora.
Tras unos años separados el ahora matrimonio volvió a coincidir en París. Ya con la mayoría de edad del político y la profesora divorciada, iniciaron un romance que para muchos parece extraído de una novela. Brigitte aportó al matrimonio tres hijos (de edad similar a la de su ahora padrastro) pero lejos de encontrar tensión o malestar se trata de una familia bien avenida. De hecho todos están implicados en mayor o menor medida en la campaña. Así, Emmanuel les considera también sus hijos, sus nietos (siete en total) y ellos le llaman daddy.
Desde el inicio de campaña, su relación se ha mostrado, normalizando el tema, a la prensa. “He decidido no esconder mi vida privada. ¿Por qué? Porque sí, tengo una mujer, vamos de vacaciones con ella porque la amo, porque mi familia es importante y es el fundamento de mi vida”, declaraba el político. Su diferencia de edad, 24 años, se ha utilizado para criticar al político y juzgar su relación (a la que muchos medios caricaturizan llamando a Brigitte "asaltacunas"), un hecho que contrasta con la aparente normalidad con la que todos parecen aceptar los mismo años que separan a Donald Trump de su mujer Melania, que no obtienen críticas por su relación.
Brigitte y Emmanuel Macron representan una lucha contra dos de los temas que más parecen molestar a sectores (malsanos) de la sociedad. El sexismo y el miedo a la madurez. Brigitte ha superado los 60, y se nota (tiene arrugas, patas de gallo, líneas expresión) y no pasa nada, de nada. Todo eso no es un impedimento para vivir, y mucho menos para disfrutar. Brigitte sale con un hombre más joven que ella y son felices, y eso es todo lo que debería importar. Porque al revés (cuando es el hombre el maduro), no entran los juicios de valor.
Por todo ello, ¡adiós prejuicios! Repasamos el estilo de Brigitte, a la que ya apodan la Jane Fonda de Francia. Una mujer que demuestra estilo, personalidad y profesionalidad. ¡Seguiremos atentos a sus looks como Primera Dama!