Hayas o no hayas hecho yoga antes, esta serie de clases que publicaré cada dos meses, está pensada para ti y para encajar en tu agenda sin excusas. El mantra “no tengo tiempo” desaparecerá de tu repertorio de justificaciones, para dar paso a comenzar a prestar atención a tu salud en todos los sentidos.
Además de ayudarte a ser más flexible y fortalecer tu musculatura, el yoga trabaja el cuerpo a un nivel mucho más profundo de lo que se percibe a simple vista. Entre otros efectos, mantiene jóvenes las articulaciones, previene muchos problemas de espalda derivados de un estilo de vida sedentario, es un gran complemento para cualquier deporte y moviliza los órganos internos ayudando a su buen funcionamiento y a la correcta eliminación.
Lo que le damos al cuerpo también nos ayuda a mejorar esas funciones. Uno de mis alimentos favoritos son los fermentados, aportan una buena dosis de probióticos, bacterias beneficiosas para nuestra salud que mantienen en orden el delicado equilibrio del intestino. La Kombucha Kevita se ha convertido en un imprescindible después de mi práctica, ya que me ayuda a calmar la sed, me aporta vitalidad y sé que me cuida por dentro como necesito.
No es casual que estemos inaugurando la colección en la estación Primaveral, la época de los comienzos y la transición del frío a la luz y el calor. Este momento, junto al otoño, son claves a la hora de cuidar el aparato digestivo con mayor atención debido a que el cambio estacional también nos afecta por dentro. Igual que cambiamos la ropa del armario, la manera en que comemos cambia, nuestras emociones se transforman y toca hacer ajustes.
“Yoga para la flora intestinal” es una clase dedicada a las posturas de torsión, una familia de asanas que ejerce un masaje profundo tanto en la espina dorsal como en los órganos que se alojan en el tronco, favoreciendo que el tracto digestivo sea más eficiente y por lo tanto también la eliminación de residuos y toxinas.
Las torsiones también nos ayudan a equilibrar cuerpo y mente. Mejoran la circulación intestinal y el riego que fluye a través de la columna, el que alimenta el sistema nervioso, por lo tanto, practicar torsiones es una buena manera de liberar tensión nerviosa acumulada.
Si tenemos en cuenta que en el intestino delgado se ubica nuestro segundo centro neuronal, resulta de gran importancia cuidar el sistema digestivo a través del ejercicio y la nutrición.
Los productos fermentados son los alimentos que ayudan a mantener el equilibrio interno natural de la flora. Te invito a descubrir la Kombucha Kevita, una bebida a base de té fermentado de manera orgánica, que te resultará deliciosa, refrescante y además te sentará muy bien por dentro.
Y si te ha gustado la clase y tienes ganas de más, no te pierdas mi próximo taller en Secret Yoga Club, tres horas de experiencia yogi donde además podrás probar Kevita y disfrutar de un momento único y saludable.
Toda la información en www.secretyogaclub.es
¡Nos vemos sobre la esterilla!