Al ser humano le gusta oler bien desde hace siglos. La mayoría de las culturas han utilizado las plantas para desarrollar infinidad de esencias y perfumes con diferentes usos, tanto medicinales como estéticos.
Haciéndose eco de estas tradiciones desde una perspectiva más científica, el químico francés René-Maurice Gattefosé acuñó por primera vez este término en 1935 haciendo alusión al uso de aceites esenciales de distintas plantas y flores con aplicaciones terapéuticas.
Es una técnica de acompañamiento de la medicina tradicional u otras terapias, que ayuda en los procesos de curación y combate los momentos de máxima tensión. Su finalidad es relajar los sentidos, el sistema nervioso y aportar una experiencia calmante y positiva para equilibrar los síntomas negativos de cualquier dolencia o trastorno.
Se aplica de tres formas distintas.
Inhalando. Podemos aplicar los aceites en las manos y hacer varias respiraciones profundas cada vez que lo necesitemos. Este acto tan sencillo crea una pequeña burbuja de tranquilidad, ayuda a conectar la mente con el cuerpo otra vez y a ralentizar el ritmo de los pensamientos.
Diluida en agua. Se puede añadir algunas gotitas de aceites esenciales en agua muy caliente e inhalar el vapor resultante. Es una caricia para las vías respiratorias, especialmente la esencias de eucalipto, tomillo y otras plantas similares.
En masaje. Puedes mezclar varias gotas de aceites esenciales con un aceite base como el de almendras y aplicarlo cuando das un masaje a alguien o para hacer auto masaje en pies, manos, cuello y rostro. Encontrarás muchos aceites ya preparados en el mercado.
El impacto más evidente de la aromaterapia se produce en el cerebro, de ahí su conexión directa con el sistema nervioso y su gran potencial.
Es activadora de nuestra memoria emocional y de los aspectos más sutiles de la mente.
Beneficios:
- Nos calma emocionalmente favoreciendo un estado de bienestar natural.
- Tiene un efecto relajante en músculos y el sistema respiratorio.
- Reaviva y mejora la memoria.
- Potencia la concentración y la creatividad.
- Ayuda a eliminar toxinas.
- Aumenta nuestra energía.
- Al ser un gesto placentero liberamos endorfinas.
- Relaja y vigoriza a la vez.
Mi último descubrimiento es la fórmula Aromessence Nerolí Oil de Decleor, un sérum de aceites 100% esenciales y naturales que se ha convertido en un imprescindible en mi bolso. Lo uso cada vez que me siento cansada o necesito un mini respiro y también en mis clases para dar masaje a mis alumnos en la relajación final ¡les encanta!