Dice encontrarse en uno de los momentos más dulces de su vida, con proyectos interesantes como el que la ha llevado a Uruguay –“es una película que goza de un elenco increíble, pero no puedo contar mucho”, se disculpa– y una vida personal plena: “Acabo de formar mi propia familia. Todos tenemos salud y ¡nos queremos a rabiar! ¿Qué más podría pedir?”. Entre ensayos y una rutina que marca su bebé, Theo, de poco más de cuatro meses, la actriz trata de encontrar hueco para cuidarse.
¿Cuál es tu primer gesto de belleza nada más despertarte?
Ponerme antiojeras y crema hidratante. Esto, sumado a las extensiones de pestañas, te da un aspecto impecable sin ir recargada. Media hora después de levantarme –nunca más tarde de las nueve– desayuno café y huevos, ya sea una tortilla de claras o un huevo duro o escalfado. Si tengo más tiempo, le añado algún pan proteico o de semillas y aguacate, y ya soy feliz.
La comida, entonces, ¿mejor en casa?
Sin duda. La dieta que estoy llevando (vegetariana, como en los últimos cinco años) está diseñada por una nutricionista y me la tomo muy en serio. En casa sabes qué aceites se utilizan, la cantidad, la calidad y qué tipo de productos en general. Las frutas y las verduras las pido a una huerta ecológica desde hace años. Es una maravilla.
¿Existe algún cuidado que hayas prolongado más allá del embarazo?
Siempre tengo en la mesilla de noche cremas hidratantes y antiestrías que me pongo antes de dormir, mientras estoy en la cama viendo una serie o película.
Cuando toca fiesta, ¿cómo te preparas?
Me pruebo con tiempo el look elegido para que no haya sorpresas innecesarias. Luego confío en maquilladores que ya me conocen. Aunque a muchos eventos también asisto maquillada y peinada por mí misma. Eso sí, con apuestas mucho más básicas.
¿Qué te funciona en estas ocasiones?
No hacer comidas copiosas, al menos la noche de antes, para no verme muy hinchada. Y beber bastantes líquidos. En cuanto al maquillaje, intento retocar las extensiones de pestañas para que estén perfectas. Eso, sumado a un buen eyeliner, resulta suficiente.
¿Qué has aprendido de los maquilladores?
Que todos tenemos puntos fuertes, y que hay que resaltar estos y esconder los que menos nos gustan. En mi caso suelo destacar los pómulos y la boca.
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