Angelo Pantazis para Unsplash
“Las virtudes de un buen bronceado son infinitas. Además de proporcionar un aspecto sano y descansado, mejora incluso la apariencia de la piel de naranja”, asegura la esteticista Carmen Navarro, directora de los centros que llevan su nombre. A continuación, encontrarás sus consejos -y los de dos expertas en medicina estética- para alargar el moreno varias semanas más.
Aftersun para prolongar el bronceado
El moreno aguanta mejor sobre una piel hidratada. “Eso sí, es conveniente utilizar productos específicos -los llamados aftersun- porque están formulados con activos calmantes y antiinflamatorios que mejoran la hidratación y, por tanto, el bronceado”, sugiere María Vicente, cirujana y médico estético de Virtud Estética. ¿Sus favoritos? El aloe vera, conocido por sus propiedades calmantes e hidratantes; la camomila, por su poder antiinflamatorio y calmante; y la centella asiática, por ser un cicatrizante y mejorar la estructura de la piel. “Si además contiene vitamina C, carotenos y provitamina A estarás estimulando la producción de melanina y conseguirás prolongar el bronceado de manera saludable”, añade Carmen Navarro.
Antes y después de tomar el sol
Si eres de las de últimos de mes y aún no te has ido de vacaciones, estás a tiempo de hacerte un peeling de rostro y cuerpo. “De esta forma se regenera la piel, se unifica y el bronceado dura más”, aconseja Mar Lázaro, experta en medicina estética. Según esta doctora, el tratamiento recomendado para la vuelta es la mesoterapia facial revitalizante, rica en vitaminas, minerales y oligolementos.
Autobronceador
Olvídate del color naranja y a rayas del pasado porque las fórmulas inteligentes permiten prolongar el bronceado de forma uniforme. “Es recomendable que contengan DHA, un tipo de ácido graso Omega 3 que, mediante la reacción con las proteínas de la piel, origina un color natural”, cuenta Carmen Navarro.
Alimentos que prolongan el bronceado
“Las frutas y verduras de color intenso ayudan a captar tono al mínimo rayo de sol”, indica María Vicente. Las mejores, según la doctora: “Las ricas en vitaminas C y E y betacarotenos, como los cítricos (naranjas, mandarinas, limones, lima, pomelo), las fresas, las frambuesas, los frutos rojos, la zanahoria, la calabaza, los pimientos, el tomate y las verduras de hoja verde”.