Parece que Bella Hadid pudiera llevar una vida tranquila y despreocupada, pero en realidad la supermodelo ha tenido que luchar con sus inseguridades más de una vez.
"La gente piensa que tengo mucha confianza en mí misma, pero en realidad es algo que he tenido que aprender", confiesa Hadid, quien admite haberse sentido incómoda con sus "caderas grandes" y su "cara rara" cuando era más joven. Ahora, a los 21 años, no solo ha aprendido a aprovechar sus características distintivas, sino que también quiere dejar las cosas claras a todos sus haters en las redes sociales. "La gente piensa que me he sometido a más de una operación de cirugía plástica. ¿Y sabes qué? Puedes examinar mi cara lo que quieras, cariño... Tengo miedo hasta de ponerme relleno en mis labios. No querría estropear mi cara", confiesa la celeb.
A continuación, Hadid habla de su rutina de belleza, sobre aquella vez que se tiñó el pelo de un color muy friqui y el único tratamiento beauty que nunca probaría.
¿Cómo aprendiste todo sobre belleza?
Aprendí de belleza gracias a mi madre, aunque sobre todo en cuanto al cuidado de la piel. Siempre me decía que una piel sana es mucho más importante que las cosas que le pones encima. Mi papá, mientras tanto, nunca quiso que usáramos maquillaje, así que no lo hicimos. Montaba a caballo y mi hermana [Gigi Hadid] jugaba al voleibol. En mi familia no importaba tu look, sino cómo crecías.
¿Te considerabas una marimacho?
Definitivamente más marimacho que cualquier otra niña, pero también tenía mi lado femenino. Cuando iba a la escuela, me ponía botas Dr. Martens con faldas y medias. Recuerdo haberle dado un cambio de imagen a una de mis amigas porque era incluso más marimacho que yo. Estábamos en sexto de primaria, le traje ropa y así nos hicimos las mejores amigas. ¡Aprendí que puedes cambiar la vida de las personas en la escuela (risas)! Y así también encontré mi amor por la moda.
¿Cuál ha sido tu momento beauty más loco?
He pasado por muchas fases. Cuando tenía 16 años, tenía unos grill [un tipo de joyería que se lleva en los dientes] antes de que fuera cool y, sin duda, no lo eran. Me teñí el pelo de azul y rosa. Y también llevé el cabello color arcoiris alguna vez. Fue muy loco. En cuanto al maquillaje, realmente no sabía cómo hacer nada en mi cara hasta que comencé a trabajar con Dior y Peter Philips. No tenía ni idea de cómo aplicar los productos cosméticos o cómo hacerme las cejas. Echo la vista atrás y pienso "guau, chica, realmente has aprendido".
Y en la adolescencia, ¿tuviste que superar algún momento difícil?
Sí. Tenía una cintura pequeña y unas caderas grandes, y estaba gordita. Ahora las amo, pero siempre fui consciente de mis caderas, mientras que mi hermana lucía abdominales y era muy atlética. También pensaba que tenía una cara muy rara... Recuerdo haber sufrido de acoso precisamente por mi aspecto.
Y ahora, ¿qué haces cuando alguien hace algún comentario negativos sobre ti?
Me ha llevado mucho tiempo aprender a no escuchar. Apago el teléfono y pienso en que las personas de mi entorno son las únicas cuyas opiniones me importan realmente. ¿Por qué debería leer esos comentarios? Suelen venir más por mi personalidad que por mi aspecto, lo cual duele más.
¿Alguna vez respondes?
No. He aprendido que la gente te va a odiar y que no puedes hacer nada al respecto, excepto ser tú misma y quererte. Pero siento esa energía de la gente muy intensamente. A veces pienso: "Solo quiero conocerte y decirte que no soy una mala persona. No tienes por qué ser malo conmigo."
Pues claro, son ellos los que tienen un problema, no tú.
Me gustaría escribirles: "Si estás pasando por un mal momento, quiero estar ahí para ti". Obviamente, están pasando por algún problema. Sé que no se trata de mí. Todos tenemos que superar nuestras cosas, y eso es lo que quiero transmitir a los niños hoy en día. El año pasado pasé por una depresión seria, y creo que pasó porque, cuando era pequeña, en la escuela los niños me acosaban. Y ahora supongo que no debería ser tan cohibida (la gente me lo dice todos los días), pero eso es algo muy personal. Al final, todos pasamos por eso porque somos seres humanos.