La naturaleza nos brinda ingredientes maravillosos con múltiples beneficios cosméticos y para nuestra salud. Uno de los más utilizados en estos últimos años debido a sus beneficiosas propiedades es el aceite de ricino. Te contamos todo lo que debes saber.
¿Qué es el aceite de ricino?
Es un aceite vegetal con mucha historia. En más de una ocasión habrás escuchado a tu abuela mencionar esta sustancia y es que, efectivamente, el origen de su uso viene de mucho más lejos, pues los fararones ya lo utilizaban como fórmula purgante, algo que se ha extendido hasta nuestros días. Seguramente también lo conozcas por su capacidad de potenciar el crecimiento de las cejas o las pestañas, sin embargo sus propiedades pueden ofrecernos muchos más beneficios de los que nos pensamos.
El aceite de ricino es una sustancia natural que se extrae de la planta Ricinus communis, un llamativo arbusto de colores rojizos y morados muy común de las zonas verdes y húmedas. El principal componente de esta sustancia es el ácido ricinoleico, que ofrece múltiples beneficios para el cabello y la piel y, por ello, este ingrediente ya es un básico de belleza.
No obstante, es importante saber que la semilla de la planta de la que se extrae el aceite de ricino es tóxica e incluso puede llegar a ser letal. Sin embargo, el aceite extraído no lo es, sino que, más bien, es una de las grasas más untuosas, reconstituyentes e hidratantes, aunque en cualquier caso se aconseja utilizarse únicamente de manera externa.
Aunque es cierto que su aroma no es el más agradable, una vez aplicado sobre la piel desaparece rápidamente. Y, por supuesto, cabe destacar todos los productos cosméticos que están formulados con este aceite y que encontramos en el mercado, desde jabones, pasando por sérums para el pelo o champús, hasta cremas hidratantes.
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¿Cuáles son los beneficios del aceite de ricino?
El uso del aceite de ricino más extendido es aquel para estimular el crecimiento del pelo, especialmente para lograr unas cejas más pobladas y unas pestañas de manera natural, como así hacen celebrities de la talla de Amelia Bono, que ya ha confesado que utilizan esta sustancia para potenciar su mirada. ¿El truco? Aplicarlo sobre las pestañas o las cejas cada noche con un sutil masaje (o toquecitos si se trata de las pestañas) antes de irnos a dormir.
Por su parte, también puedes utilizarlo para cuidar e hidratar tu melena y las puntas del pelo, acabar con la caspa o prevenir la caída. Para ello, aplícalo sobre el cuero cabelludo con un masaje suave. Déjalo actuar durante toda la noche y al día siguiente lávate el cabello. ¡No te preocupes porque no lo engrasará!
- Trata infecciones como el acné o las quemaduras
El aceite de ricino es un gran regenerador para la piel. Gracias a que posee vitamina E, cuenta con propiedades antibacterianas y antifúngicas. De hecho, también puedes utilizarlo como desmaquillante para limpiar tu cutis en profundidad, ya que gracias a los ácidos grasos de esta sustancia, consigue disolver toda la suciedad y bacterias acumuladas. Simplemente aplica unas gotas sobre tu rostro y extiéndelo bien, después retíralo con una toalla mojada.
- Ayuda a regenerar y fortalecer las uñas quebradizas
Este aceite vegetal puede utilizarse como tratamiento fortalecedor de uñas debilitadas, sin necesidad de recurrir a esmaltes o productos con compuestos artificiales. Para utilizarlo solo necesitas aplicarlo sobre las uñas y dejarlo actuar.
- Trata las afecciones cutáneas
Por supuesto, si sufrimos cualquier tipo de problema en la piel, lo primero que debemos hacer es acudir al dermatólogo. No obstante, el aceite de ricino, gracias a la presencia de tocoferoles y su textura nutritiva, también es capaz de tratar afecciones cutáneas más allá del acné o las quemaduras, como puede ser la dermatitis.
- Previene la aparición de arrugas y estrías
Por un lado, el aceite de ricino es un gran aliado para nuestra rutina de skincare, ya que al ser rico en vitamina E y ácidos grasos, hidrata y nutre la piel de manera natural y estimula la producción de elastina y colágeno. Por ello, lo puedes aplicar sobre las zonas más delicadas del rostro y en las que más se notan los signos de la edad, como pueden ser las ojeras, las bolsas, las patas de gallo o los surcos nasogenianos (alrededor de los labios).
Por otro lado, también está recomendado para tratar las estrías y las cicatrices, ya que aportará elasticidad a la piel y difuminará dichas marcas.
No te pierdas la selección de productos con aceite ricino que hemos hecho para que puedas incluirlo en tu beauty routine. ¡Te sorpenderán!