No importa si has ido a la playa o a la montaña. Seguro que, tras tus vacaciones de verano, –con mayor o menos intensidad– se nota el efecto de los rayos de sol en tu piel. Un bronceado en su justa medida y con la protección adecuada, nos aporta viveza y un aspecto más sano. Pero al igual que conseguirlo lleva su tiempo, también es complicado saber potenciarlo.
Debes tener muy en cuenta que este cambio en el tono de tu piel requerirá que tengas que modificar algunos de los productos que usabas hasta ahora. En primer lugar, necesitarás cambiar el número de tu base y colorete para que no queden demasiado claros. Aunque, en cuanto al primero, a no ser que quieras tapar o disimular alguna pequeña imperfección –o usarlo en un evento más especial–, te recomendamos evitarlo. El calor, el sudor y las bases no suelen ser buenos aliados. Además, la piel bronceada puede ser muy bonita al natural, solo hay que saber potenciarla con los productos adecuados.
Uno de los productos clave es iluminador. Resalta el bronceado al mismo tiempo que iluminar nuestra mirada. Pero no es el único producto con este objetivo. Las sombras de ojos también juegan un papel clave, especialmente en el maquillaje de noche. Aprovechamos para utilizar tonos con brillo de tal modo que resalten aún más sobre nuestra piel. Respecto a la gama cromática de esta, depende de lo que nos favorezca según el color de nuestro pelo y ojos, pero también la ropa con la que queramos lucir el maquillaje para que combine.
Los labios también son una parte muy importante. Deja atrás los colores oscuros con aire invernal y los nude. Apuesta por rojos, rosas, anaranjados, corales... Estos últimos, incluso tirando hacia tonos flúor son perfectos para las pieles más bronceadas ya que las hace destacar todavía más. Y, aunque el juego de color es el que más resalta el moreno, no debes olvidar nunca la máscara de pestañas negra. Esta combinada combinada con un labial intenso puede ser todo el maquillaje que necesitas para tu día a día.
No obstante, todos estos consejos no servirían demasiado tiempo si no cuidamos nuestra piel y ayudamos a que nuestro bronceado se mantenga. Para ello las exfoliaciones y una correcta hidratación (tanto mediante cremas como mascarillas) son claves. Y, lo más importante, ¡sin olvidar nunca la protección solar adecuada cada vez que salgamos de casa!
Imagen de portada: Instagram @collagevintage